Cómo hacer caramelo líquido perfecto para flanes, pudin o postres

Como hacer caramelo líquido para preparar un flan, pudin,… aquellos postres que necesitan en su base caramelo.

Este tipo de caramelo no se queda duro ni cristaliza, mucho mejor que los caramelos líquidos comerciales, que en mi caso, no me suelen gustar. No es complicado conseguirlo pues como veréis es muy sencillo de preparar.

¿Habéis hecho caramelo en casa y se ha quedado duro como una piedra al minuto? Pues siguiendo nuestros consejos vais a conseguir caramelo líquido perfecto para acompañar un helado, como base de un flan de huevo, un pudin de pan o una panna cotta entre otros postres.

Hacer caramelo líquido es fácil y se hace con 3 ingredientes básicos que puedes tener en casa, azúcar, agua y limón. Es similar a la preparación del almíbar (de hecho podría decirse que el caramelo es un tipo de almíbar, tenemos el caramelo claro y el oscuro) pero tiene su categoría propia, por eso este post especial caramelo.

Pero, si hay un pero, hay que tener cuidado, no es aconsejable hacerlo con niños pues el caramelo puede alcanzar temperaturas cercanas a los 200º C y no queremos que nadie tenga ningún tipo de problema con quemaduras, y eso va para que tengáis cuidado y sobre todo lo hagáis sin niños.

Consejillo, utilizad una manopla cómoda, de las que se suelen utilizar para coger una bandeja caliente del horno, así no te vas a quemar, aunque salten gotas de caramelo al hacerlo.

Os dejo un paso a paso con fotos y vídeo para que no tengáis problema alguno y conseguir un caramelo líquido en pocos minutos. También os dejo cómo hacer caramelo semisólido, un poco más pegajoso para otros postres.

Preparación del caramelo líquido

  1. Ponemos a calentar un vaso de agua en un cazo o cazuela.
  2. En otra sartén o cazo, mejor si tiene fondo, añadimos el azúcar, 4 cucharadas de agua y una de zumo de limón (nuestro aromatizante). Ponemos la sartén (podéis ver el vídeo de como lo hacemos) a temperatura media y dejamos que se caliente.
  1. No hace falta que lo toques al principio, deja que se empiecen a formar burbujitas. No hay prisa, es caramelo necesita tiempo.
  2. Cuando el azúcar y el agua se junten comenzará a cambiar de color a un tono miel clarito. Es ahí cuando tienes que prestar atención para que no se queme el caramelo, baja la temperatura o incluso apaga el fuego y empieza a remover con una espátula que aguante temperaturas altas.
  3. Recordad, si el caramelo se vuelve muy oscuro, amarga y no nos valdrá para nada. Lo bueno de hacer caramelo en casa es que podemos controlar el punto de tostado según es gusto de casa, más rubio clarito o más bien oscuro.
  4. Así que cuando el caramelo tenga ese color dorado miel tal como veis en la foto de presentación, añadimos una una cuchara o cucharón con el agua del otro cazo y lo vertemos sobre el caramelo. Aquí es donde os recomiendo el tema de poner un guante de cocina, pues puede saltar o salir vapor muy caliente.
  5. A continuación vamos añadiendo el resto del agua del cazo removiendo poco a poco y mezclando bien. Cuando veas que se han unido perfectamente dejamos enfriar. Y cuando digo enfriar, no se os ocurra meter el dedo para ver si está frío… os quedaréis sin piel.

Conservación de nuestro caramelo líquido

  • En una media hora lo tendréis listo para meter en un bote de cristal o botella resistente al calor, yo lo suelo guardar en la nevera y cuando lo necesito lo dejo a temperatura ambiente para que sea más fácil de manipular.
  • Lo podemos conservar en un recipiente bien tapado y dentro de la nevera hasta 2 meses gracias al azúcar… si lo lográis, pues es una tentación continua.
  • Ya tenéis vuestro caramelo líquido, barato, muy fácil de preparar y sin que se endurezca, perfecto para vuestros postres. Una salsa de caramelo líquido que también te servirá como base para aprender a hacer caramelo salado o toffee.

Caramelo semilíquido, variante para flanes

  1. Ponemos un cazo o una sartén al fuego a temperatura media para que alcance temperatura. Añadimos los ingredientes en el siguiente orden: 6 cucharadas de azúcar granulada blanca y un poco de agua (3 cucharadas).
  2. Dejamos a fuego medio sin remover (al principio no debemos mover el azúcar con cuchara de madera porque se apelmazará). Veremos como poco a poco se empiezan a formar pequeñas burbujas y el azúcar cambia de color a un tono miel clarito.
  3. Cuando suceda esto removemos, ahora sí, con una cuchara de madera o espátula de cocina y ayudamos a que se mezcle todo. Retiramos del fuego y seguimos removiendo hasta que alcance ese color miel tostado del caramelo.
  1. Si queremos que se quede un poco más líquido, añadimos 2 o 3 cucharadas más de agua (siempre caliente) e integramos hasta la consistencia deseada.
  2. Dejamos que se temple dos minutos y caramelizamos las paredes de recipiente de las flaneras o donde vamos a preparar el flan. Echamos el caramelo primero en el fondo. Ese caramelo un poco más sólido que el anterior es perfecto para bañar unas flaneras (da para unas 6 individuales) o un molde grande.
  3. Vamos girando o ladeando poco a poco por las paredes de los moldes hasta que esté todo impregnado de caramelo.
  4. Dejamos que se enfríe el caramelo hasta que pille consistencia para que aguante y no se mezcle con la crema del flan o pudin.

Espero que hayáis aprendido una cosilla más para ser unos cocinillas pro, de rechupete.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.