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Trucos para aliviar la congestión nasal de tu bebé

Natalia Ageitos
Natalia Ageitos

¿Tu bebé estornuda y tiene muchos mocos? Antes de hacer saltar las alarmas, debes saber que, por lo general, es bastante común que los recién nacidos sufran congestión nasal, aún cuando no se encuentren resfriados. Se debe a una inflamación de la mucosa que recubre sus pequeñas fosas nasales llamada rinitis del recién nacido.

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Raramente causa problemas respiratorios, pero como nos sucede a todos cuando tenemos la nariz taponada, la congestión nasal interfiere en la alimentación y en el sueño del bebé. Es habitual que se encuentre incómodo al no poder respirar por la nariz y esto le lleve a comer menos e incluso a rechazar las tomas. También es frecuente que la congestión afecte a su sueño y nuestro bebé se vuelva más irritable por la falta de descanso.

¿Qué debemos hacer para aliviar la congestión nasal de nuestro bebé?

  • La congestión empeora cuando el bebé está acostado, por lo que es importante que lo mantengas lo más erguido posible, elevando la cabecera de la cuna. Un truco casero es colocar una pila de libros en las patas para modificar su inclinación. Fuera de la cuna, intenta siempre que tenga la cabeza en alto, teniendo en cuenta que es un recién nacido yapenas tiene fuerza para sostenerla.
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  • Lo indispensable en estos casos es despejar la nariz de tu bebé, para lo que podemos aplicar una solución de agua de mar en spray para reblandecer las mucosidades y, a continuación, emplear un aspirador nasal para eliminarlas. Los mejores momentos son: antes de darle de comer, para facilitarle la ingesta, y antes de acostarle por la noche, para que descanse mejor.
  • Los pediatras aconsejan usar algún aparato que favorezca un ambiente húmedo que que ayude a las vías respiratorias. Te recomendamos que utilices un vaporizador de aire frío, con el que conseguirás humedecer el ambiente y contribuir a que la mucosidad fluya.
  • Un truco casero, sencillo y efectivo es mantener sentado al bebé y con la mano hueca, darle ligeras palmaditas en el centro de su espalda. Así lograrás que la mucosidad se mueva y será más fácil que el bebé la expulse al toser. Puedes hacerlo antes de cada toma.

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