Bien compuesto
Las restricciones presupuestarias están diseñadas para mostrar la cantidad máxima de un bien, o combinación de bienes, que puede comprar un consumidor con un presupuesto limitado. En un mundo de un solo bien, el costo de un bien no puede estar relacionado con ninguna otra oportunidad. Por lo tanto, no se pueden calcular los costos de oportunidad.
La adición de un nuevo bien a un mercado de bienes únicos permite que los costes de oportunidad se determinen únicamente en relación con ese otro bien. Sin embargo, su debilidad es que ignora todas las demás opciones posibles. Tratar de resolver este problema agregando aún más productos al mercado hace que el análisis sea difícil de manejar. En estas circunstancias, los modelistas económicos se ven obligados a elegir entre bienes para crear un modelo simple.
El concepto de bien compuesto aborda este problema. La adición de un bien compuesto en un modelo de un solo bien (elevándolo a dos) permite tener en cuenta todas las demás oportunidades. Dado que el compuesto se considera un solo bien solo para los fines del modelo, el análisis se puede hacer en un gráfico bidimensional. Las opciones óptimas representan el paquete de dos productos; el primer bien y el compuesto.
Se puede dar un paso final al relacionar el bien compuesto con una unidad de cuenta, como el dinero, estableciendo el precio del bien compuesto en 1. Dado que se conocen los precios de todos los demás productos, el producto compuesto se puede convertir en cualquier combinación de paquetes que represente la opción óptima que no sea el primer producto. Este paso final aclara la relación del modelo con el mundo real, donde muchos bienes se pueden declarar en términos de valor monetario. En John R. El clásico Valor y capital de Hicks (1939), un bien compuesto se utilizó para generalizar matemáticamente desde el equilibrio de la demanda del consumidor para un individuo en el caso de 2 bienes hasta el equilibrio del mercado a través de la oferta y la demanda en el caso de n bienes.