Blog – Ojo de Navidad
Ojo de Navidad
Recientemente, mi buen amigo y colega Rob Holloway publicó un excelente artículo sobre la afección ocular conocida como “Ojo de Navidad”, que es una inflamación corneal tóxica aguda que se produce durante los meses calurosos y secos de verano en el sudeste de Australia. Esta condición generalmente ocurre en cualquier momento desde mediados de noviembre hasta finales de febrero, de ahí el nombre de Ojo de Navidad. También se le conoce como síndrome de Albury-Wodonga, ojo de cosechador o úlcera corneal estacional. Los casos a menudo ocurren en grupos y el historial del paciente implica sistemáticamente alguna actividad al aire libre, como jardinería o siega, en las 24 horas anteriores.
Rob describe cómo el Ojo de Navidad es una afección ocular muy dolorosa, ya que implica una pérdida extensa de espesor total del epitelio en la superficie frontal de la córnea. El dolor es tan intenso que los pacientes a menudo se presentan en los departamentos de emergencia del hospital local en las primeras horas de la mañana. Durante muchos años se desconocía la causa del Ojo de Navidad, sin embargo Rob señala en su artículo que el agente causal ahora se cree que es un pequeño escarabajo del género Orthoperus. Se sabe que estos escarabajos llevan el compuesto Pederina que se libera cuando el insecto se aplasta en la piel o en los ojos. La pederina es un potente inhibidor de la biosíntesis de proteínas y la miosis, y también se sabe que causa ampollas. Dadas estas propiedades, no es de extrañar que este compuesto causa daños a la superficie del epitelio de la córnea.
La buena noticia es, como explica Rob en su artículo, que el Ojo de Navidad se maneja con relativa facilidad con una combinación de lentes de contacto suaves con vendaje durante unos días hasta que el epitelio se haya curado y una mezcla de gotas para los ojos recetadas apropiadas (antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos y lubricantes oculares no conservados). La resolución del Ojo de Navidad normalmente solo toma unos pocos días, ya que el epitelio corneal sana rápidamente y los niveles de dolor disminuyen rápidamente a medida que el epitelio se recupera. La mayoría de los pacientes muestran una curación normal sin efectos adversos.