Cómo combatir la anemia con una dieta equilibrada
La anemia es una enfermedad que aparece debido a una disminución de la hemoglobina en los glóbulos rojos. Esta afección, que puede ser causada por una pérdida de sangre, por la falta de producción de glóbulos rojos por la destrucción de los mismos, afecta aproximadamente a 1.620 millones de personas en todo el mundo, lo que corresponde al 24,8 por ciento de la población, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque puede afectar a cualquier persona, su incidencia es mayor en los niños en edad escolar (un 47,4 por ciento), sobre todo la causada por la falta de hierro, también denominada anemia ferropénica, ya que los bebés y los niños en edad de crecimiento necesitan más de este mineral que el resto de personas.
Esta falta de hierro puede afectar a múltiples órganos del cuerpo y suele estar causada, en mayor medida, por la ausencia de dicho mineral en la dieta. Según la Sociedad Española de Cardiología, la solución principal a este problema recae en la ingesta oral de hierro, pero también en un cambio en la nutrición que puede residir en la introducción de los siguientes alimentos en la dieta diaria:
Desayuno
El desayuno se considera la comida más importante del día por lo que es esencial aprovisionar a nuestro cuerpo de la mayor cantidad de energía que sea posible para la jornada.
- Café o infusión con leche desnatada o leche desnatada con cereales: La leche no es sólo rica en calcio, sino que también es importante para la función nerviosa, la contracción muscular y la coagulación de la sangre, ésta última primordial disminuir las pérdidas de sangre.
- Pan con aceite.
- Pan con una loncha de jamón de york o jamón serrano.
- Pieza de fruta: Desde la sociedad destacan la importancia del consumo de cítricos, como naranja, mandarina, kiwi, pomelo o fresa, que aportan vitamina C y que ayudan a la absorción del hierro.
- Yogur líquido: En términos generales y sin necesidad estar enfermo, es conveniente que incluyamos este alimento en la dieta, sobre todo después de haber tomado antibióticos para reforzar el sistema inmunológico.
- Compota de manzana.
- Galletas tipo María.
- Zumo de naranja: Bajo en calorías pero muy rico en vitamina C.
Media mañana
Para evitar el “picoteo” entre horas, motivado por la ansiedad si se ha desayunado temprano. La SEC recomienda una gran variedad de alimentos que se pueden ingerir a estas horas:
- Yogur desnatado de frutas.
- Barrita de cereales.
- Queso desnatado.
- Biscotes.
- Zumo de naranja.
- Yogur desnatado con cereales.
- Pan con queso fresco.
- Café o infusión con leche desnatada.
- Galletas tipo María.
Comida
Las legumbres representan una de las mayores fuentes naturales de hierro, por lo que deben ser piezas clave en la dieta. Las lentejas en especial tienen una cantidad mayor y además están enriquecidas con proteínas y son bajas en grasas.
En cuanto a los alimentos de origen animal, contienen hierro que se absorbe un 30 por ciento más que los de origen vegetal.
Las verduras también se caracterizan por su alto contenido en hierro, fibra, vitamina A, B9 y E y son una fuente significativa de calcio.
De primer plato se pueden incluir las siguientes recetas:
Lentejas guisadas.
Arroz con berberechos.
Judías al pimentón.
En el caso del segundo plato, éstas pueden ser posibles opciones:
Dorada al ajillo.
Pollo a la naranja.
Pollo con espárragos a la plancha.
Es recomendable también, acompañar cada comida con pan y de postre una fruta de temporada o cítricos, cuya aportación de vitaminas resulta crucial para combatir la anemia.
Merienda
- Café o infusión con leche desnatada.
- Galletas tipo María o integrales.
- Yogur líquido.
- Barrita de cereales.
- Panecillos con jamón york.
- Yogur líquido.
- Pan con queso y membrillo.
Cena
El huevo puede aportar hasta un miligramo de hierro, por lo que incluirlo con frecuencia aumenta el consumo de nutrientes con un bajo nivel calórico.
En lo que respecta a los tomates, estos son una fuente muy rica en vitamina C, E y betacaroteno, nutrientes esenciales para el tratamiento de la anemia.
La cena también puede dividirse en primer y segundo plato.
Primer plato:
Sopa de fideos.
Ensalada de soja, maíz y rúcula.
Gazpacho.
Segundo plato:
Ensalada de tomate.
Bonito con tomate.
Todos estos platos se pueden aderezar también con pan y fruta variada de postre.
Ver también:
Desnutrición y anemia elevan la mortalidad en insuficiencia cardiaca