¿Cómo podemos ayudar a un niño con autismo en casa?
Educar a un niño con autismo no es una tarea fácil. Es preciso estar bien informado sobre el trastorno y contar con herramientas que nos permitan acercarnos al mundo interior del pequeño para ganarnos su confianza y poder ayudarle. Desgraciadamente, no existen estrategias infalibles para educar a un niño con autismo ya que lo que puede funcionar con un pequeño puede ser contraproducente en otro. Por eso es importante que cada familia vaya creando sobre la marcha sus propias pautas educativas, teniendo en cuenta el grado de severidad del trastorno, así como las áreas más afectadas y el nivel de desarrollo que ha alcanzado el pequeño.
No obstante, existen algunas estrategias de carácter general que pueden serte útiles para ayudar a un niño con autismo desde casa y complementar la educación que recibe en el colegio y el tratamiento psicoterapéutico.
5 estrategias para ayudar a un niño con autismo en el hogar
Traza un plan educativo
La educación de un niño no es algo que se pueda improvisar, menos aún cuando se trata de un pequeño diagnosticado con autismo ya que requiere atenciones especiales. Si lo educas basándote en una estrategia de ensayo y error es probable que termines generando una mayor confusión y frustración, por lo que es fundamental que busques información sobre el trastorno y profundices en las necesidades de tu hijo. En colaboración con el psicólogo o psicopedagogo, puedes concebir un plan de educación flexible que se adapte a las necesidades de tu pequeño en cada momento de su desarrollo.
Cuida su dieta
No existe una dieta específica que pueda curar el autismo, pero algunas investigaciones han indicado que una alimentación libre de gluten y caseína, que se encuentran en los alimentos a base de harina de trigo y en la leche y sus derivados, puede mejorar los síntomas. Un estudio realizado en la Universidad de Rochester encontró que este tipo de dieta no solo no resulta dañina para los niños con autismo sino que además puede contribuir a ligeras modificaciones en su conducta social, a la vez que mejora los trastornos gastrointestinales.
Juega con él
El juego es una de las actividades que más estimulan a un niño y, en especial, a un pequeño con autismo. Se trata de una estrategia excelente para ayudarle a desarrollar sus habilidades psicomotoras y comunicativas, estimular el lenguaje y fomentar un clima de bienestar en el hogar. Además, jugar con el niño contribuirá a fortalecer vuestro vínculo emocional. Existen muchísimos juegos con los que puedes entretener a tu hijo y a la vez estimular el lenguaje y la comunicación, solo es cuestión de encontrar aquellos juegos que más le gusten.
Enséñale a desarrollar rutinas
Las rutinas son muy importantes para el niño con autismo ya que estimulan la seguridad en sí mismo, le hacen sentirse más cómodo en su entorno, a la vez que le facilitan el aprendizaje de determinados hábitos y conductas sociales. Por eso es fundamental que instaures hábitos en su vida cotidiana que le ayuden a ser cada vez más independiente. Al inicio puedes empezar por hábitos sencillos como lavarse las manos antes de comer o cepillarse los dientes antes de acostarse y, más tarde pasar a rutinas más complejas como recoger sus juguetes después de jugar o poner la mesa.
Motívalo constantemente
Una de las cosas que más le cuestan a un niño con autismo es involucrarse en nuevas tareas o planes que se salgan de su rutina habitual. Sin embargo, tener nuevas metas y hacer actividades diferentes no solo le ayudan a abrirse al mundo y mejorar la comunicación sino que también le permiten conocer más sobre el entorno que le rodea. Por eso es importante que motives continuamente al pequeño a hacer cosas nuevas: practicar deporte, inscribirlo a un taller sobre un tema que le apasione o simplemente planificar algo que se salga de su cotidianeidad, como ir de paseo a un parque infantil diferente.