Cómo rootear Android: cuatro métodos distintos para lograrlo
El root no está tan de moda hoy en día como hace unos años, pero siguen habiendo un montón de razones para rootear móviles Android, especialmente aquellos terminales antiguos que tienes desperdigados por casa. Rootear un móvil Android puede ser complicado, aunque no por ello imposible.
Si estás pensando en rootear tu móvil y no sabes ni por dónde empezar, aquí te resumimos los cuatro principales métodos. Te servirán como un punto de partida para iniciarte en esta aventura que es obtener acceso root en un móvil Android.
Antes de rootear
Antes de pulsar “el botón rojo”, nunca está de más que recuerdes los inconvenientes de rootear un terminal. Aunque las herramientas y los servicios de protección han mejorado con el tiempo, la probabilidad de dejar el móvil inservible -comúnmente llamado brickeado- siguen estando ahí.
Por otro lado, algunas herramientas de root intentan ocultar al sistema su existencia, pero no siempre lo consiguen. Esto supone que algunas aplicaciones podrían dejar de funcionar si detectan que el dispositivo está rooteado, como las apps de bancos o juegos como Pokémon Go. En los terminales que todavía están en garantía, además puede suponer un problema si necesitas usar el servicio técnico oficial.
Con todo esto no queremos quitarte las ganas de rootear tu terminal. Los beneficios son muchos, aunque vienen emparejados con inconvenientes. Al final, serás tú quien deba sopesar los pros y los contras y decidir qué te merece la pena, siempre bajo tu propia cuenta y riesgo.
Con apps para Android
Empezamos nuestra lista por el método más fácil, pero no por ello el más recomendable: las aplicaciones que te otorgan permiso de root con apenas pulsar un botón. Existir, existen, aunque su uso se limita a un puñado de modelos donde se han encontrado agujeros de seguridad que pueden aprovecharse para obtener permisos de root (generalmente, modelos bastante antiguos). KingRoot es compatible desde Android 2.0 a 6.0.
Una aplicación popular en su momento era Kingo Root, a veces llamada King Root y con otras variantes. Técnicamente, funciona -en algunos terminales- pero tiene el problema de que después de obtener los permisos de root, no hay ningún control sobre lo que la aplicación hace o deja de hacer con tu móvil. Una alternativa es usarla sólo para obtener el permiso de root, con el móvil sin datos personales, y luego instalar otro gestor que sea más de fiar, como una versión vieja de SuperSu.
Usar una aplicación para rootear el móvil es sin duda el modo más sencillo, aunque solo disponible para un puñado de terminales de hace al menos un lustro. Dicho esto, es importante recordar que solo funcionan en ciertos modelos, por lo que no caigas en aplicaciones que prometen root con un clic en multitud de móviles, especialmente en terminales recientes.
Con apps para Windows
El concepto es exactamente el mismo al anterior, pero llevado a cabo desde un PC en lugar de con una app para el móvil. El móvil debe estar conectado a tu PC mediante un cable USB, las opciones para desarrolladores deben estar activadas, así como la depuración USB. El propio KingRoot que mencionábamos antes tiene una versión para Windows, aunque otros nombres conocidos, como OneClickRoot.
Las aplicaciones todo-en-uno para rootear desde Windows pueden hacer su trabajo con algunas restricciones menos que desde el móvil, aunque siguen teniendo los mismos problemas: su éxito solo está asegurado en un puñado de modelos. Eso sí, en los que funciona, funciona bastante bien: pulsas un botón y esperas hasta tener acceso root.
El problema de seguridad es el mismo que en el caso anterior. A diferencia de Magisk, de código abierto, debes confiar en la palabra de los desarrolladores de estas aplicaciones de que lograrán acceso root y nada más. De nuevo, es recomendable que, si quieres probar suerte, lo hagas con un móvil sin datos, restaurado de fábrica.
Con Magisk
Magisk es una de las pocas herramientas de root que se mantiene activa y actualizada. El acceso root es solo una parte de lo que ofrece Magisk, destacando también por su capacidad para engañar a SafetyNet y por sus módulos listos para descargar y activar con pocos clics.
A diferencia de los recursos para rootear que veíamos antes, Magisk es de código abierto, de modo que la comunidad de usuarios puede consultar qué hace y deja de hacer exactamente. Es, por tanto, un método relativamente seguro al menos en lo que a la privacidad de tus datos se refiere.
Hay principalmente dos modos de instalar Magisk: con root y sin root. Obviamente, si quieres usar Magisk para tener acceso de root, el primero se queda fuera, así que deberás en su lugar poder instarlarlo desde un Custom Recovery como TWRP. De igual modo, es posible instalar un Custom Recovery sin necesidad de root, por ejemplo con Odin, en móviles Samsung.
Flasheando
Hablando de Modo Recovery, éste es otro punto de acceso para conseguir acceso root, según las opciones que estén disponibles. Por ejemplo, en los móviles Samsung, se pueden flashear firmwares parcheados que incluyen el acceso root como los de CF-Auto-Root directamente con ODIN.
En otros móviles, será necesario tener instalado un Modo Recovery personalizado como TWRP o el viejo CWM para flashear un archivo ZIP que incluya todo lo necesario para conseguir el acceso root. El problema aquí es que no hay una solución universal, sino que deberás encontrar la solución exacta para tu modelo concreto. Los foros de XDA son un excelente punto de partida para buscar las instrucciones y archivos necesarios para un gran número de móviles Android.
Este método es relativamente el más complicado de todos, pues necesitas encontrar las instrucciones y archivos concretos y seguirlas con precisión, aunque es también el más extendido. No te servirá, eso sí, en aquellos móviles que tienen el bootloader bloqueado, como los móviles Huawei.