Chorizo al Vino | ENSALPICADAS

Chorizo al Vino

El chorizo al vino es un plato tipo “tapas” que encontrarás en muchos restaurantes, particularmente los restaurantes españoles. A mi me fascinan las tapas porque me gusta mucho compartir con amistades y familiares y porque las tapas son perfectas para juntarse a hablar y disfrutar de una comida sin formalidades.

Desde hace años preparo los chorizos al vino. Varias personas me han pedido que les enseñe a prepararlos. Los he preparado de múltiples formas: hirviendo los chorizos en vino tinto; salteándolos con cebollas y luego añadiendo el vino; con ajo; sin ajo, con azúcar; sin azúcar, en fin, de muchísimas formas.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de compartir con las chicas de la oficina en un restaurante de tapas de Condado y una de ellas pidió los chorizos al vino. Cuando los probé me sorprendió que la receta era diferente a todas las que había probado anteriormente (y he probado muchas). Aquellos chorizos tenían una salsa un poquito espesa y noté que tenían algo de tomate. ¿Tomate? ¿What? Si no los hubiese probado, hubiese pensado que era una locura. ¡Pero que ricura!

Decidí ponerme “manos a la obra” y tratar de replicar aquella textura y sabor. Vino el día del cumpleaños de mi papá y como buenos “conejillos de india” mi papá y mi hermano se ofrecieron a probar mi primer intento. En esa ocasión quedaron bien, pero algo faltaba.

Confirmé que el tomate era “pasta de tomate” (tomato paste), pero no quedaron tan ricos como los del restaurante. Digo, de todas formas mi papá y mi hermano se los comieron en un santiamén, pero mi expectativa era otro sabor y textura.

En mi segundo intento logré llegar a donde quería en cuanto al sabor y textura, similar a los chorizos al vino de aquel restarurante. Yo siempre trato de llevar la experiencia del restaurante a la casa y por eso aquí tienen esta receta.

Esta receta de chorizo al vino lleva cebollas picaditas porque me encanta la textura y sabor que le añaden. La cebolla se impregna con el sabor de la salsa y a su vez se le pega a los chorizos para mayor sabor. ¡Yummy, yummy, yummy! La mejor evidencia de su ricura es que mi esposo y yo no podíamos parar de comerlos. Los comimos con pan baguette en rebanadas y terminamos no comiendo más nada esa noche. Para los que leen mis recetas saben que mi esposo es mi mayor crítico, así que si él dice que están buenos… ¡es porque están buenos!

Para esta receta uso vino tinto que no es vino de cocinar. Trato de conseguir un vino económico o uso el que me sobró de alguna botella de buen vino tinto que no se bebió completa. Lo guardo en la nevera y dura mucho tiempo.

En cuanto a los chorizos, te aclaro que no son chorizos parrilleros, son chorizos españoles que tienen color rojo porque tienen pimentón (paprika). Te recomiendo que solamente utilices chorizos de buena calidad. Hay unos chorizos que se ven igual, pero no absorben el sabor y son gomosos. Evítalos.

Si tienes prisa, puedes simplemente hervir los chorizos en vino y listo, pero eso no te va a dar una experiencia de restaurante. ¡Prueba esta receta y me cuentas!

Espero que esta receta les guste tanto como a mi esposo y a mí. ¡Sígueme en la página de Ensalpicadas de Facebook, Instagram, Youtube, Twitter y Pinterest!

Un poco de cebolla picada, no muy pequeño.

Sofríe la cebolla en aceite de oliva.

Se hierven los chorizos con las hojas de laurel y suficiente vino tinto.

Cuando la cebolla se dore, añades 3-4 cucharadas de vino tinto y 2 cucharaditas de pasta de tomate.

Mezcla bien y añade el azúcar hasta que espese un poco.

Luego pasa los chorizos cocidos al sartén.

Sirve con pan. Puedes añadir un poco más del vino donde se cocinaron los chorizos, a gusto.

Debes probar:

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