Ciudad-región
Ciudad-región, modelo de desarrollo urbano, predominante en América del Norte, que se caracteriza por una extensa expansión urbana y el desarrollo de polos económicos altamente poderosos ubicados en los suburbios.
Las ciudades-regiones representan la etapa más avanzada de desarrollo urbano que existe hoy en día. En todo el mundo, la población urbana se concentra principalmente en vastas regiones urbanas cuya morfología y estructura se han alejado cada vez más de un modelo que puede caracterizarse como europeo y basado en centros urbanos que ejercen su dominación y control (político, económico y simbólico) sobre los suburbios que conforman su interior. Aunque las ciudades europeas todavía están fuertemente marcadas por su historia específica, de hecho se están moviendo cada vez más hacia un modelo urbano norteamericano. Las ciudades-regiones han desafiado la dominación histórica de los centros urbanos.
Las nuevas condiciones de desarrollo urbano plantean problemas de coordinación entre municipios en el desarrollo de políticas públicas eficaces y legítimas en las áreas de planificación urbana, vivienda, transporte y desarrollo sostenible. De hecho, en las sociedades modernas, en las que se están reconfigurando las relaciones jerárquicas tanto en el ámbito público como en el privado, estos problemas de coordinación ya no pueden resolverse mediante la creación de grandes instituciones metropolitanas que fusionen municipios, compartan recursos y generen economías de escala en la prestación de servicios públicos básicos. Los pocos ejemplos de fusiones municipales destinadas a resolver este problema de manera radical (Montreal, Jacksonville, Nashville) rara vez arrojaron resultados concluyentes, ya sea en términos de eficacia o control democrático. Desde esta perspectiva, la capacidad de las ciudades-regiones para hacer frente a estos desafíos de la gobernanza a nivel metropolitano depende en gran medida de los contextos políticos locales específicos que pueden favorecer u obstaculizar la cooperación entre municipios. Depende principalmente de si las políticas son llevadas a cabo o no por los estados (federados, federales, centrales, según la naturaleza del sistema político nacional). Aunque en los Estados Unidos, por ejemplo, la década de 1990 estuvo marcada por un leve resurgimiento del interés por el nuevo regionalismo, la dinámica fue más fuerte en países como Francia, Gran Bretaña, Alemania e incluso México. Sin embargo, en muchos casos (Italia, Países Bajos, Chile), estas dinámicas institucionales se ven bloqueadas por la resistencia dentro de los Estados, que no quieren que se fortalezca el peso político e institucional de las principales ciudades-regiones de su país, o por la profunda hostilidad mostrada por los niveles de los gobiernos subnacionales, que no acogen con beneplácito el surgimiento de gobiernos metropolitanos poderosos y directamente competitivos.
Las ciudades-regiones generan riqueza y exclusión social y constituyen espacios donde se concentran los mayores desafíos de las sociedades modernas (justicia social, integración de inmigrantes y competitividad económica). Por lo tanto, su gobernanza es una cuestión clave y exige un renovado interés por parte de los ciudadanos y de la esfera política para evitar la exacerbación de las tensiones sociales y raciales.