Clavo de olor
Historia
Nadie está seguro exactamente cuándo el clavo de olor se reconoció como un ingrediente importante en alimentos y medicamentos. Tal vez el registro escrito más antiguo de clavo de olor que se utiliza data de alrededor del año 300 a.C., cuando los miembros de la dinastía Han de China fueron documentados usando la hierba como ambientador del aliento.
Hasta los últimos cientos de años, el clavo de olor solo se cultivaba en las famosas “islas de las especias”, frente a la costa de Indonesia. Durante los años de la colonización holandesa, la demanda de la especia se hizo rampante; sin embargo, la exportación de clavo de olor era muy limitada. En su apogeo, el valor de venta y comercio de los clavos rivalizó con el del petróleo.
En el siglo XVIII, las plantas de clavo de olor se sacaban clandestinamente de las islas de las especias, y finalmente se dirigían a Zanzíbar, que es hoy en día el productor más prolífico de clavo de olor.
Cómo se cultivan los clavos
Muchas personas se sorprenden al saber que el clavo es en realidad un brote de flores. El nombre científico de la planta es Syzygium aromaticum, sin embargo, debido a su popularidad, el nombre “clavo” se ha convertido en sinónimo tanto de la especia como de la planta en sí.
La planta de clavo crece como un arbusto pequeño, compacto y perenne, que prospera en climas cálidos y húmedos. Si se le permite florecer, la planta produce una llamativa flor rosa, que luego es seguida por bayas moradas.
Cosecha de clavo
Los capullos de la planta de clavo pasan por varias etapas, y deben recogerse en el momento adecuado en su desarrollo para ser utilizables. Los cogollos comienzan de un color blanco pálido y lechoso, que cambia gradualmente a verde. Justo antes de florecer, las flores adquieren un color rojo intenso, es en esta etapa que están listas para ser recogidas.
Los clavos se cosechan de la planta y se secan. Luego están listos para su uso.
Principales compuestos activos en Clavo
El brote de clavo contiene una mezcla inusual de compuestos que no se encuentran en ninguna otra planta, lo que le da a la hierba sus propiedades medicinales únicas. Los clavos contienen, entre otros compuestos, galotaninos, triterpenos, flavonoides y ácidos fenólicos. El aceite derivado de clavo de olor contiene compuestos adicionales que incluyen b-cariofileno, eugenol y acetato de eugenol.
Propiedades medicinales del clavo
El uso herbario dietético del clavo puede ayudar en el alivio de una amplia variedad de dolencias, tanto internas como externas. Como suplemento, la especia se puede usar en su forma completa, en forma molida o reducida a su aceite esencial.
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El uso de clavo de olor puede calmar y relajar el revestimiento interno de los intestinos, lo que ayuda a la digestión. También puede ayudar a calmar el malestar estomacal.
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Los clavos pueden ayudar al esófago a producir más flema y actuar como expectorante, haciendo que la tos sea menos severa y más productiva.
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Se ha demostrado que el clavo tiene propiedades analgésicas. Esta propiedad es particularmente efectiva para el dolor de dientes. El clavo entero se puede aplicar directamente a la encía en áreas problemáticas. La membrana de piel fina de las encías absorbe fácilmente el aceite del clavo, proporcionando alivio tópico del dolor. Aunque es menos eficaz, el clavo de olor también se puede aplicar en la piel externa para ayudar con las quemaduras solares o la hiedra venenosa.
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El clavo de olor puede actuar como un agente antimicrobiano, matando parásitos y bacterias en el tracto digestivo. En la dosis adecuada, puede ayudar a aliviar la hinchazón excesiva por gases.
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Hay cierta evidencia de que ciertos compuestos en el clavo actúan como antihistamínicos, manteniendo los conductos sinusales claros y abiertos.
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Cuando el aceite se aplica tópicamente, puede aliviar el dolor del reumatismo, la artritis u otro dolor basado en la inflamación.