Combatir la inflamación

Si alguna vez te has torcido la rodilla, te has cortado el dedo o te ha picado un insecto, tienes experiencia de primera mano con la inflamación. Las sensaciones familiares de dolor, enrojecimiento, hinchazón y calor que resultan de una lesión o infección son características distintivas del proceso inflamatorio. La inflamación representa un mecanismo de supervivencia esencial que ayuda al cuerpo a combatir los microbios hostiles y reparar el tejido dañado. Sin embargo, hay otro lado de la inflamación que puede ser perjudicial en lugar de útil para la salud humana. Hay evidencia de que la inflamación, promovida en parte por factores como la obesidad, el tabaquismo y un estilo de vida sedentario, contribuye a una variedad de enfermedades.

Hay dos formas de inflamación: aguda y crónica.

La inflamación aguda aparece rápidamente, generalmente en cuestión de minutos, pero generalmente es de corta duración. Muchos de los mecanismos que entran en acción para destruir los microbios invasores cambian de marcha para eliminar las células muertas y reparar las dañadas. Este ciclo devuelve el área afectada a un estado de equilibrio y la inflamación se disipa en unas pocas horas o días.

La inflamación crónica a menudo comienza con la misma respuesta celular, pero se transforma en un estado persistente que persiste durante meses o años cuando la respuesta del sistema inmunitario no logra eliminar el problema. Alternativamente, la inflamación puede permanecer activa incluso después de que se haya eliminado la amenaza inicial. En otros casos, la inflamación de bajo nivel se activa incluso cuando no hay una lesión o enfermedad aparente. Sin control, el sistema inmunitario incita a los glóbulos blancos a atacar tejidos y órganos sanos cercanos, estableciendo un proceso inflamatorio crónico que desempeña un papel central en algunas de las enfermedades más desafiantes de nuestro tiempo, incluidas la artritis reumatoide, el cáncer, las enfermedades cardíacas, la diabetes, el asma e incluso el Alzheimer.

Este informe examinará el papel que desempeña la inflamación crónica en estas afecciones, y también proporcionará información sobre la variedad de medicamentos disponibles actualmente para aliviar los síntomas. Las opciones de medicamentos van desde la aspirina simple, un medicamento antiinflamatorio no esteroideo que ha estado disponible durante más de un siglo, hasta medicamentos modificadores de enfermedades y los llamados biológicos que prometen tratamientos más específicos.

Las opciones de estilo de vida, la dieta e incluso los antecedentes familiares juegan un papel en las enfermedades y afecciones provocadas por la inflamación crónica, y cada una se discutirá sucesivamente. Comprender cómo la inflamación crónica influye en la salud puede conducir a una mejor conversación entre usted y su médico, y acelerar el tratamiento y la prevención.

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