¿Cuándo hay que quitar las amígdalas?
19 de Noviembre de 2019 – 14:17 CET
Dr. Eduardo Junco
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La intervención quirúrgica de las amígdalas (o quitar las anginas) era una operación muy frecuente hace algunos años. Se realizaba cuando un individuo, generalmente, en edad infantil, tenía amigdalitis de repetición y para evitar infecciones más graves en otra parte del organismo. En la actualidad, el número de operaciones de este tipo ha bajado considerablemente. Pero, en algunos casos, sigue siendo necesario. Te explicamos cuándo hay que realizar este procedimiento y por qué.
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¿Qué son las anginas?
Denominadas amígdalas palatinas son unas estructuras de tejido linfático situadas a ambos lados de la entrada del aparato respiratorio y que tienen como función principal la defensa de este ante las infecciones. Codifican todos los microorganismos que entran en contacto con las mucosas respiratorias y cuando estos son patógenos y producen una infección se inflaman, aumentan de tamaño y, en definitiva, se infectan, haciendo que las defensas y los anticuerpos que circulan en la sangre aumenten su nivel de inmunidad y acaben por eliminar a los virus y a las bacterias.
Esta importante función es más evidente durante los primeros años de vida y es durante esta época cuando se produce un mayor número de infecciones.
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Amigdalitis aguda
La amigdalitis aguda consiste en la inflamación de las amígdalas provocada por su infección, ya sea por virus o por bacterias.
Es una patología mucho más frecuente en niños que en adultos, y cuando se produce de forma repetida da lugar a una hipertrofia amigdalar (desarrollo excesivo de las amígdalas) y a la amigdalitis crónica.
Los síntomas que se presentan son:
- Dolor faríngeo (dolor de garganta)
- Dificultad para tragar y para respirar
- Voz gangosa
- Fiebre elevada
- Malestar general
- Dolor de cabeza
- Vómitos
- Rechazo del alimento
- Aumento de los ganglios linfáticos del cuello
Si el proceso no se controla o no se trata la infección puede progresar dando lugar a infecciones de vecindad como el absceso periamigdalino o el absceso retrofaríngeo.
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Tratamiento
El tratamiento debe durar de siete a diez días y se realiza a base de antibióticos. Su elección puede estar condicionada por la realización de un antibiograma en el frotis de un exudado faríngeo, pero como esta prueba analítica tarda en realizarse suele ser la penicilina el antibiótico de elección. La ampicilina y la amoxicilina también están indicados.
Las medidas terapéuticas locales y generales son beneficiosas. Los antitérmicos (medicamentos para bajar la fiebre) son necesarios. Los enjuagues y gargarismos acortan el proceso y mejoran los síntomas.
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¿Por qué se quitan las amígdalas?
Las indicaciones de extirpación de las amígdalas, operación conocida como amigdalotomía, son múltiples y están todas ellas fundamentadas en el riesgo o los perjuicios que el paciente puede tener si sigue teniendo amígdalas.
Cuando la presencia de las amígdalas infectadas genera para el organismo más daños que beneficios, el paciente se ve beneficiado por la operación.
Debemos recordar que las amigdalitis y los problemas infecciosos de las amígdalas son patologías mucho mas frecuentes en la edad infantil y que, pasado un tiempo, una vez superada la adolescencia, esas amígdalas se van atrofiando y su función tiene cada vez menos importancia.
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Amigdalectomía
La amigdalotomía consiste en la extirpación quirúrgica de las amígdalas. Debe ser realizada por un médico cirujano especialista en otorrinolaringología.
Se realiza bajo anestesia general y consiste en la sección de los pedículos amigdalares con posterior sutura y la extracción de las amígdalas. Es una intervención sencilla cuya única complicación es la hemorragia postamigdalectomía.
El postoperatorio es molesto, pues la herida quirúrgica produce dolor y dificultad para tragar la saliva, los líquidos y, por supuesto, los alimentos. Al principio solo se puede tomar agua y más adelante alimentos líquidos y blandos. El dolor al deglutir puede persistir de una a dos semanas.
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Tendencias actuales
Como en todas las facetas de la vida, existen modas o tendencias. En el caso de las amigdalotomías y dependiendo de las experiencias previas, la extirpación de las amígdalas, tan frecuente en años pasados, hoy en día va siendo menos frecuente.
Puede que influyan en ello factores tan importantes como las medidas de higiene y prevención, la correcta utilización de antibióticos y las prácticas medicas adecuadas, pero es un hecho evidenciado por las estadísticas que hoy se hacen menos amigdalotomías.
En la actualidad, no se recomienda la amigdalotomía antes de la edad de los cuatro años, a no ser que existan indicaciones expresas para ello, pues se considera que su función inmunológica es muy necesaria durante la primera infancia.
Indicaciones para quitar las amígdalas
- Amigdalitis de repetición, recidivantes y resistentes a los tratamientos antibióticos.
- Hipertrofia amigdalar severa con dificultad para tragar y para respirar.
- Voz gangosa.
- Falta de apetito atribuible a las amigdalitis de repetición.
- Alteraciones importantes en el régimen de vida.
- Ausencias escolares.
- Dificultad para prácticas deportivas.
- Tratamientos continuos, etc.
- Infección por el estreptococo B hemolítico.
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