Diabetes: causas, síntomas, consecuencias y prevención
La diabetes es una enfermedad que en la actualidad supone un problema de salud mundial. En el año 2015 fallecieron 1.6 de personas en el mundo como consecuencia directa de la diabetes, más 2.2 millones como consecuencia de tener los niveles altos de glucemia.
La prevalencia de esta enfermedad ha aumentado considerablemente en los últimos años. Concretamente desde 1980 hasta el año 2014, el número de personas con diabetes aumentó en 108 millones.
En los países con ingresos medianos y bajos es donde se ha producido un mayor aumento de casos y según las previsiones de la OMS, para el año 2030, la diabetes será la séptima causa de muerte en el mundo.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica y a día de hoy incurable que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza la insulina de una forma eficaz. Se produce en aquella situación en la que los niveles de azúcar o glucosa en sangre son elevados.
A la glucosa que circula por la sangre se la llama glucemia, y según estén sus niveles podemos hablar de:
- Hipoglucemia: Valores bajos de glucosa en sangre. Sus síntomas aparecen cuando el nivel de glucemia está en 55mg/dl o menos.
- Normoglucemia: Valores normales de glucosa en sangre. En ayunas deben estar entre 70-100mg/dl.
- Hiperglucemia: Valores anormalmente altos de glucosa en sangre. Superiores a 100mg/dl en ayunas.
Cuando hablamos de diabetes, tenemos por un lado la glucosa en la sangre es la principal fuente de energía, y por el otro, la insulina, que es una hormona que se produce en el páncreas y que ayuda a que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para ser utilizada como energía.
Algunas veces, el cuerpo no es capaz de producir insulina o de no producir suficiente con lo que la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células. Es en esta situación que aparece la diabetes.
¿Para qué sirve la glucosa?
Cómo acabamos de mencionar, todas las células necesitan energía para estar activas y mantener sus funciones vitales como es el latir del corazón, la respiración, el proceso digestivo… Por otro lado, también esta energía es necesaria para mantener la temperatura corporal y el movimiento muscular.
La glucosa es la principal fuente de energía de nuestro organismo. La obtenemos a partir de la alimentación y es a tavés de la digestión que se pone en marcha una cadena de transformaciones químicas que transforma los alimentos en nutrientes y éstos, en otros elementos más pequeños.
Por ejemplo, si comemos arroz los nutrientes que obtendremos serán hidratos de carbono y posteriormente pasarán a ser un elemento básico, en este caso glucosa.
Cuando nos alimentamos, los alimentos transitan por el tubo digestivo y cuando llegan al intestino delgado, la glucosa pasa del intestino a la sangre y del torrente sanguíneo, a las células.
La sangre es la encargada de transportar la glucosa al hígado donde es almacenada para tener reservas de energía, pero también al cerebro y al resto de células del cuerpo.
¿Qué es la insulina y para qué sirve?
La insulina es una hormona del aparato digestivo que se produce en el páncreas y cuya misión es la de facilitar la entrada de la glucosa en las células para que ésta se transforme en energía.
Para que la glucosa pueda entrar en las células y ser utilizada como energía necesita la mediación de la insulina.
Solamente el cerebro y las células de los tejidos nerviosos son las únicas que obtienen glucosa directamente de la sangre, sin la mediación de la insulina.
Para que la insulina haga su trabajo de una forma eficaz se deben cumplir dos condiciones:
- Que el páncreas segregue la cantidad suficiente de insulina
- Que las células identifiquen a esta insulina y permitan su acción
Pero además de la insulina, el páncreas también segrega glucagón, que es otra hormona que tiene justamente el efecto contrario de la insulina y hace subir los niveles de glucosa en sangre.
Tipos de diabetes
Existen tres principales tipos de diabetes:
Diabetes Tipo 1
La diabetes de tipo 1 se caracteriza por una producción deficiente de insulina por lo que requiere la administración diaria de esta hormona.
Esta producción deficiente de insulina se debe que el sistema inmunitario ataca y destruye las células del páncreas que la producen. Puede aparecer a cualquier edad pero, por lo general, se diagnostica en niños y adultos jóvenes.
Se desconocen las causas de este tipo y con los conocimientos actuales tampoco se puede prevenir. Las personas que tienen diabetes tipo 1 deben utilizar insuline todos los días para sobrevivir.
Sus síntomas pueden aparecer de forma súbita e incluyen entre otros:
- Excreción excesiva de orina
- Sed
- Hambre constante
- Pérdida de peso
- Trastornos visuales
- Cansancio
Diabetes Tipo 2
La diabetes tipo 2 se debe a un uso ineficaz de la insulina. Este es el tipo de diabetes que representa a la mayoría de casos en el mundo y se debe en gran medida al sobrepeso, a la obesidad y a la inactividad física.
Los síntomas de la diabetes tipo 2 son muy similares a la tipo 1 pero menos intensos, lo que provoca que en un gran numero de casos se diagnostique la enfermedad cuando ya tiene varios años de evolución y han aparecido ya complicaciones.
Diabetes gestacional
Como su nombre indica, la diabetes gestacional se caracteriza por el aumento de los niveles de glucosa en sangre durante el embarazo.
En este caso la higerglucemia alcanza valores que pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar una diabetes.
Las mujeres que padecen diabetes gestacional corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones en el embarazo y en el parto pero además, tanto ellas como sus hijos, tienen un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 en un futuro.
Factores de riesgo para contraer diabetes tipo 2
Las probabilidades para desarrollar una diabetes tipo 2 depende de varios factores de riesgo entre los que se encuentran principalmente la genética y el estilo de vida.
Aunque los factores relacionados con la genética no los podemos cambiar, sí que podemos hacerlo con aquellos relacionados con la alimentación, el ejercicio y el control de peso.
Los factores relacionados con la probabilidad de padecer una diabetes tipo 2 son los siguientes:
- Sobrepeso u obesidad
- Si se tiene más de 45 años
- Antecedentes familiares de diabetes
- Si se es afroamericano, nativos de Alaska, hispano o latino, indígenas americanos o nativos de Hawai.
- Presión arterial alta
- Niveles de colesterol HDL (colesterol bueno) bajos o altos niveles de triglicéridos
- Antecedentes de diabetes gestacional
- Inactividad física, sedentarismo
- Antecedentes de enfermedades del corazón o accidentes cardiovasculares
- Depresión
- Síndrome de ovario poliquístico
- Si se tiene zonas de piel oscuras, gruesa y aterciopelada alrededor del cuello y de las axilas
Para prevenir este tipo de diabetes es recomendable mantener un peso saludable y bajar de peso si es necesario. También se recomienda consumir menos calorías, realizar más ejercicio al menos 30 minutos al día de intensidad moderada y llevar una alimentación saludable evitando el azúcar y las grasas saturadas.
¿Qué consecuencias tiene la diabetes?
Las consecuencias de la diabetes afectan tanto a la salud como a la calidad de vida de los enfermos. Con el tiempo la diabetes puede causar serios daños en el corazón, en los vasos sanguíneos, en los ojos, en los riñones y en el sistema nervioso, e incluso se puede llegar a perder la vida.
- Los adultos con diabetes, tienen un riesgo 3 veces mayor de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
- La neuropatía de los pies en combinación con la reducción del flujo sanguíneo incrementan el riesgo de úlceras en los pies, infección y amputación en última instancia.
- La retinopatía diabética es una causa importante de ceguera y es la consecuencia del daño que se va acumulando a lo largo del tiempo de los pequeños vasos sanguíneos de la retina.
- Es una de las principales causas de insuficiencia renal.