El ‘juego del desmayo’, el peligroso reto de Internet que ya ha aterrizado en España
“Un amigo, Ludovic, lo hacía con sus propias manos. Siempre paraba justo antes de desvanecerse y sentía alucinaciones. Es un juego mortal pero no lo sabía”. Así arranca Jessica, una joven de 15 años, que perdió a un amigo que precticaba el peligroso juego de la asfixia o del desmayo, procedente de Estados Unidos, pero con sucursales en todo el mundo. Conocido también como el “sueño indio”, “sueño azul”, “beso del dragón” o “30 segundos de felicidad”, el “juego del fular”, ha aterrizado en España, pero ¿en qué consiste este desafío?
El reto puede realizarse en compañía de otros, que le presionan el cuello y aprietan hasta inducir al desmayo, o mediante autoestrangulamiento, normalmente conectado con alguien a través de Internet y una webcam para ver quién aguanta más tiempo la respiración. Si logran superar la apuesta, suben el vídeo a YouTube.
En este caso, suelen atar un pañuelo a la cama, la ventana o la puerta para lograr presionar el cuello, con la intención de poder desatarse del nudo antes de desmayarse. El problema es que no siempre lo consiguen. Las consecuencias van desde daños cerebrales irreversibles hasta la muerte.
En EE.UU., un estudio en 2008 del Center for Disease Control and Prevention (CDC) indicaba que, entre 1995 y 2007, se habían producido 82 muertes de niños y adolescentes probablemente debidas al juego de la asfixia.
Los más afectados por esta práctica son jóvenes entre 6 y 19 años, en su inmensa mayoría varones, generalmente cuando están solos y con total desconocimiento de los padres.
“Desde hace cuatro años un grupo de amigos practica el “juego del foulard” para producirse sensaciones de binestar. En mi colegio se conoce este juego como el “sueño indio”. Quería que supieran que este juego no tiene porque dejar huellas en el cuello”, explica otro chico de 15 años.Cada vez más vídeos de jóvenes españoles
En España ya ha habido varios accidentes relacionados con este juego. El más grave fue en 2010, cuando un chico de 13 años murió en Barcelona tras aceptar este reto.
A pesar de no haber tenido que lamentar muchas tragedias, los responsables de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado alertan del incremento de vídeos de adolescentes españoles jugando a ahogarse.
En este sentido, recomiendan que padres y educadores que se familiaricen con el juego y hablen de ello con los menores, exponiéndoles los riesgos. Además, es importante observar si tienen los ojos inyectados en sangre, marcas en el cuello, graves dolores de cabeza, desorientación después de pasar un tiempo solos, así como cuerdas, bufandas, pañuelos y cinturones atados a la cama o pomos de las puertas.¿Cuánto tiempo puede estar el cerebro sin oxígeno?
La mayoría de expertos coinciden en que a partir del momento en el que el cerebro se queda sin oxígeno pueden producirse consecuencias negativas para la persona que lo sufre. Las células cerebrales son muy sensibles a la privación de oxígeno y pueden empezar a morir durante los cinco primeros minutos de falta de oxígeno. Cuando dura más, puede causar convulsiones, coma o incluso la muerte cerebral.
A la privación de oxígeno del cerebro se la conoce como hipoxia cerebral. En el caso de una afección leve los efectos secundarios pueden incluir falta de atención, desaciertos, pérdida de memoria y disminución de la coordinación motriz.
Someter el cerebro a la falta de oxígeno requiere de un tratamiento inmediato ya que cuanto antes se restablezca el suministro de oxígeno al cerebro más bajo es el riesgo de daño cerebral grave… e incluso de muerte.
La recuperación de una hipoxia depende de cuánto tiempo ha estado el cerebro sin oxígeno y el daño cerebral producido. Algunos se recuperan totalmente si han estado inconscientes durante poco tiempo. Sin embargo, cuanto más dure el estado de inconsciencia las probabilidades de muerte cerebral son mayores.
Durante la recuperación de una hipoxia pueden aparecer anomalías psicológicas y neurológicas como la amnesia, una regresión de la personalidad, alucinaciones, pérdida de memoria y espasmos y temblores musculares que persisten y después desaparecen.
Incluso hay complicaciones que pueden derivar en otros problemas como úlceras de decúbito -heridas que aparecen cuando alguien está demasiado tiempo en la cama sin moverse-, coágulos en las venas, infecciones pulmonares o desnutrición.