El Plan Secreto Japonés para la Guerra Biológica
A medida que la Segunda Guerra Mundial comenzó a llegar a su inevitable conclusión, los japoneses se volvieron cada vez más desesperados. Japón, que había sufrido derrotas paralizantes, no estaba a punto de caer sin causar tanto daño a sus enemigos como pudieran. Eso incluía hacer planes para un ataque de guerra biológica que habría devastado la costa oeste de los Estados Unidos.
El plan fue ideado por Shiro Ishii, quien le dio el nombre en clave Operación Flores de Cerezo por la Noche. Los Estados Unidos habían demostrado con su respuesta a Pearl Harbor que un ataque convencional, por devastador que fuera, no impediría que Japón recuperara la ventaja en el Pacífico. Ya se había hecho demasiado daño a las fuerzas japonesas, y los Aliados habían avanzado demasiado hacia el oeste a través del Pacífico.
Ishii ideó un plan que habría utilizado un patógeno creado por la infame Unidad 731, una operación secreta dedicada a la investigación y el desarrollo de armas no convencionales. El objetivo de la Operación Flores de Cerezo por la Noche era el sur de California. Los investigadores especializados de la Unidad 731, conocidos por sus experimentos grotescos en seres humanos, habían convertido la peste bubónica en un arma, que sería dispersada por pulgas infectadas.
Uso previo de la Guerra Biológica por Japón
Shiro Ishii, planificador de la Operación Flores de Cerezo por la Noche
No sería la primera vez que los japoneses utilizaran la guerra biológica. El número estimado de muertos por la guerra bacteriológica orquestada por el Ejército Imperial Japonés en la China ocupada osciló entre decenas de miles y 400.000. Pero sería la primera vez que se emplearon armas contra los Estados unidos.
Anteriormente se habían considerado ataques biológicos contra tropas estadounidenses, primero durante la Batalla de Bataan en marzo de 1942, y más tarde en la Batalla de Iwo Jima.
Operación Flores de Cerezo por la Noche
La Operación Flores de Cerezo por la Noche estuvo peligrosamente cerca de convertirse en realidad, con el plan finalizado el 26 de marzo de 1945. Los aviones Aichi M6A Seiran que transportaban pulgas infectadas por la peste se lanzaban desde cinco submarinos de largo alcance clase I-400. Según el plan, los aviones lanzarían la plaga en bombas de globo o se estrellarían a propósito para dispersar la infección. La misión fue considerada como un intento suicida de golpear un importante centro de población, y no se esperaba que los pilotos y submarinistas regresaran. Un piloto al mando de Ishii, Ishio Kobata, recordó el plan, afirmando que Ishii se le había acercado y era directo sobre la naturaleza kamikaze del ataque.
Un escape estrecho
El ataque estaba programado para llevarse a cabo el 22 de septiembre de 1945, pero Yoshijiro Umezu, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, lo vetó. Por supuesto, todo el plan se volvió discutible el 15 de agosto de 1945, cuando los japoneses se rindieron, poniendo fin a la Guerra en el Pacífico.