Enfermedad Renal Crónica e Hipertensión

Resumen e Introducción

Introducción

La enfermedad renal crónica (ERC) se define como daño renal persistente acompañado de una reducción en la tasa de filtración glomerular (TFG) y la presencia de albuminuria. La prevalencia de la ERC ha aumentado constantemente en las últimas dos décadas, y se informó que afectó a más del 13% de la población de los Estados Unidos en 2004. En 2009, más de 570 000 personas en los Estados Unidos fueron clasificadas como con enfermedad renal en etapa terminal (ESRD), incluidos casi 400 000 pacientes de diálisis y más de 17 000 receptores de trasplantes. Se determina que un paciente tiene ESRD cuando necesita terapia de reemplazo, incluso diálisis o trasplante de riñón. El aumento de la incidencia de ERC se atribuye al envejecimiento de la población y al aumento de la hipertensión (HTA), la diabetes y la obesidad en la población de los Estados Unidos. La ERC se asocia con una serie de complicaciones que incluyen desequilibrios electrolíticos, trastornos minerales y óseos, anemia, dislipidemia e HTA. Es bien sabido que la ERC es un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), y que una reducción de la TFG y la albuminuria se asocian de forma independiente con un aumento de la mortalidad cardiovascular y por cualquier causa.

Se ha notificado HTA en 85 a 95% de los pacientes con ERC (estadios 3-5). La relación entre la HTA y la ERC es de naturaleza cíclica. La HTA no controlada es un factor de riesgo para desarrollar ERC, se asocia con una progresión más rápida de la ERC y es la segunda causa principal de ERT en los Estados Unidos.Mientras tanto, la enfermedad renal progresiva puede exacerbar la HTA no controlada debido a la expansión del volumen y al aumento de la resistencia vascular sistémica. Múltiples guías discuten la importancia de reducir la presión arterial (PA) para retrasar la progresión de la enfermedad renal y reducir la morbilidad y mortalidad cardiovasculares. Sin embargo, para lograr y mantener un control adecuado de la PA, la mayoría de los pacientes con ERC requieren combinaciones de agentes antihipertensivos; a menudo, puede ser necesario emplear hasta tres o cuatro clases de medicamentos.

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