Filosofía contemporánea

Bergson, Dewey y Whitehead

En su Introducción a la Metafísica (1903) y en su obra maestra, Evolución Creativa (1907), Bergson distinguió dos formas de saber profundamente diferentes: el método de análisis, que es característico de la ciencia, y el método de la intuición, una especie de simpatía intelectual a través de la cual es posible entrar en objetos y otras personas e identificarse con ellos. Todas las verdades metafísicas básicas, sostuvo Bergson, son captadas por la intuición filosófica. Así es como uno llega a conocer su ser más profundo y la esencia de todas las cosas vivientes, a las que llamó “duración”, así como el “espíritu vital”, que es la misteriosa agencia creativa en el mundo.

Henri Bergson
Henri Bergson

Henri Bergson, 1928.

Archiv für Kunst und Geschichte, Berlín

Para Whitehead, la filosofía es principalmente metafísica, o” filosofía especulativa”, que describió como el esfuerzo ” por enmarcar un sistema coherente, lógico y necesario de ideas generales en términos de las cuales cada elemento de nuestra experiencia puede ser interpretado. La filosofía de Whitehead fue, por lo tanto, un intento de estudiar el mundo con una gran generalidad de comprensión, un fin hacia el que se dirigió su gran trilogía: Ciencia y Mundo Moderno (1925), Proceso y Realidad (1929) y Aventuras de Ideas (1933).

Alfred North Whitehead
Alfred North Whitehead

Alfred North Whitehead.

Mientras que Bergson y Whitehead eran principalmente metafísicos y filósofos de la cultura, Dewey era un generalista que enfatizaba la unidad, interrelación y organicidad de todas las formas de conocimiento filosófico. Se destaca principalmente por el hecho de que su concepción de la filosofía enfatizaba tan poderosamente las nociones de practicidad y propósito moral. Uno de los objetivos rectores de la filosofía de Dewey fue el esfuerzo por encontrar la misma asertibilidad justificada para los juicios éticos y políticos que para los científicos. La filosofía, dijo, debe orientarse no al orgullo profesional, sino a la necesidad humana.

El enfoque de Dewey a los problemas sociales del siglo XX, a diferencia del de Vladimir Lenin (1870-1924), enfatizaba no la revolución, sino la aplicación continua del intelecto a los asuntos sociales. Creía en la planificación social, en la intervención inteligente consciente para producir un cambio social deseable, y propuso un nuevo “experimentalismo” como guía para la acción pública ilustrada para promover los objetivos de una comunidad democrática. Su teoría social pragmática es la primera filosofía política importante producida por la democracia liberal moderna.

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