[Gastropatía congestiva en cirrosis hepática]
La gastropatía congestiva ha surgido como una nueva entidad nosológica que puede incluirse entre las complicaciones de la cirrosis hepática avanzada. Se ha definido como los cambios macroscópicos de la mucosa gástrica que ocurren en la hipertensión portal y que se asocian con dilatación de la mucosa vascular y submucosa y ectasia sin cambios inflamatorios significativos. La patogénesis de la gastropatía congestiva no se ha aclarado por completo. Muchos estudios epidemiológicos y clínicos y algunas pruebas en animales llevan a la mayoría de los autores a pensar que la causa de esta enfermedad es un aumento crónico de la presión en el sistema vascular portal. Sin embargo, no se puede excluir la implicación de factores humorales como, por ejemplo, la presencia de niveles plasmáticos elevados de gastrina e histamina o una disminución de la prostaglandina E2 en la mucosa gástrica. Las lesiones macroscópicas típicas de la gastropatía congestiva se pueden observar a través de la endoscopia. Hasta ahora se ha observado un patrón similar a un mosaico, puntos rojos, manchas de color rojo cereza y marrón negro y erosiones. Estos cambios son prominentes en el área cercana al cuerpo gástrico y cardias, pero pueden estar presentes en todas las partes del estómago. El sangrado espontáneo frecuentemente notificado correspondiente a manchas de color rojo cereza hace que la presencia de estas lesiones se considere un signo de gastropatía congestiva grave. La prevalencia de gastropatía congestiva en pacientes cirróticos está entre el 30 y el 70%. Esta condición es más frecuente en pacientes con várices esofágicas grandes y enfermedad hepática grave y en pacientes sometidos a escleroterapia endoscópica de várices. La gastropatía congestiva es una causa frecuente de sangrado agudo y crónico: el 10-20% de los episodios de sangrado gastrointestinal que ocurren en pacientes cirróticos son causados por esta afección y aproximadamente el 30% de los cirróticos con hipertensión portal tendrán uno o más sangrados agudos en un seguimiento de cuatro años. El porcentaje de sujetos con hemorragia crónica en el mismo período puede alcanzar el 90%. Por el momento no es posible sugerir una terapia capaz de prevenir o curar el sangrado agudo o crónico asociado con la gastropatía congestiva. los betabloqueantes parecen ser un tratamiento prometedor. Sin embargo, se necesitan más ensayos clínicos de mayor tamaño para determinar definitivamente su eficacia.