Hipertensión venosa periférica en la enfermedad venosa crónica

Antecedentes: La hipertensión venosa microvascular ha surgido como una característica central de la enfermedad venosa crónica (ECV). Sin embargo, no se ha notificado la incidencia ni la gravedad de la hipertensión venosa periférica en el entorno clínico. Este es un estudio observacional de hipertensión venosa en el miembro inferior de una cohorte grande de pacientes con sospecha de ECV remitidos a un único centro de referencia durante un período de 16 años.

Métodos: Se analizaron los datos de pruebas de laboratorio clínicas y venosas de 8.868 extremidades de 5.792 pacientes con síntomas de ECV observados entre 1999 y 2015. Los miembros del subconjunto A tenían una mezcla de obstrucción/reflujo o ninguno de los dos (n = 4.132). Se trata de extremidades en las que se conoce el estado de reflujo por ultrasonido dúplex (sí/no). Se desconoce la incidencia y gravedad de la obstrucción en estas extremidades, ya que no se realizaron pruebas rutinarias de obstrucción. Las extremidades del subconjunto B tenían obstrucción central (n = 159). Se trata de extremidades con estenosis intravascular comprobada por ultrasonido en las venas ilíacas que se corrigió mediante la colocación de un stent. El reflujo se evaluó mediante ecografía dúplex y pletismografía aérea (índice de llenado venoso ). Las mediciones de presión incluyeron presión venosa en decúbito supino, presión venosa erecta y presión venosa ambulatoria. Las mediciones de presión se clasifican de acuerdo con la clase clínica, Etiológica, Anatómica y Fisiopatológica (CEAP), el reflujo y la obstrucción con distribuciones de prevalencia de Venn.

Resultados: Todas las presiones (supinas, erectas y ambulatorias) tendieron a empeorar en las clases clínicas CEAP más altas. Las presiones venosas del pie supino fueron elevadas en el 70% y el 76% de los subconjuntos A y B, respectivamente. En este estudio no se pudo demostrar una asociación positiva entre presiones supinas elevadas y reflujo. La presión venosa del pie supino no empeoró con el aumento del reflujo en los dos subconjuntos, pero la presión venosa del pie erecto sí. Las presiones supinas elevadas se asociaron con obstrucción en el subconjunto B. La PVMAM empeoró en la mayoría de las categorías de reflujo más altas. La hipertensión venosa ambulatoria se asoció predominantemente (distribución de Venn) con reflujo, con menos frecuencia con obstrucción.

Conclusiones: La hipertensión venosa supina se asocia con obstrucción y no empeora con reflujo. En contraste, la presión venosa del pie erecto empeora en las categorías de reflujo severo. La hipertensión venosa ambulatoria empeora en las clases clínicas CEAP más altas. Empeora con el aumento del reflujo. La VVMA está predominantemente asociada (distribución Venn) con reflujo, no con obstrucción.

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