Ignacio Comonfort
Comonfort fue presidente de México desde el 11 de diciembre de 1855 hasta el 21 de enero de 1858. Durante su mandato como presidente, Benito Juárez se desempeñó como presidente de la Corte Suprema de Justicia de México.
Constitución de 1857editar
Fue un liberal moderado que trató de mantener una coalición incierta, pero los liberales moderados y los liberales radicales fueron incapaces de resolver sus agudas diferencias. Durante su presidencia, se redactó la Constitución de 1857 creando la Segunda República Federal de México. La nueva constitución restringió algunos de los privilegios tradicionales de la Iglesia Católica con respecto a la tenencia de tierras, los ingresos y el control sobre la educación. Concedía libertad religiosa, y solo declaraba que la Iglesia Católica era la fe favorecida. El anti-clerical radicales anotó una importante victoria con la ratificación de la constitución, porque debilitado a la Iglesia y electores todos los ciudadanos.
Guerra de la reformaeditar
La constitución era inaceptable para el clero y los conservadores, y planearon una revuelta. El país cayó en la Guerra de Reforma, una guerra civil lanzada por los reaccionarios contra la Constitución de 1857 que, entre otras cosas, había abolido privilegios para la Iglesia Católica. Poco después de la adopción de la Constitución de 1857, una junta de generales organizó un golpe de Estado, proclamando el Plan de Tacubaya, que decretó la anulación de la Constitución. El presidente Comonfort, que se representaba a sí mismo como un moderado, vaciló, pero decidió ir junto con los generales. A cambio, la Iglesia Católica derogó el decreto de excomunión de marzo de 1857 para aquellos que se adhirieran al nuevo plan.
El 17 de diciembre de 1857, fuerzas anticonstitucionales lideradas por el general Félix Zuloaga tomaron el control de la capital sin disparar un solo tiro. Pero los defensores de la Constitución de 1857 no mantuvieron la calma por mucho tiempo. El presidente Comonfort se decretó entonces poderes extraordinarios, una acción que alienó tanto a los rebeldes reaccionarios como a los constitucionalistas. A medida que crecían los disturbios, muchos opositores fueron encarcelados o fusilados. Incluso Benito Juárez fue encarcelado durante varios días.