Informe COINN 2019

La Dra. Heidelise Ela presentó tanto al principio como al final de la conferencia su trabajo sobre la protección del cerebro fetal/neonatal. Comparó el entorno intrauterino y las expectativas del feto con la vista, los sonidos y las actividades de la UCIN. Se explicó su modelo de desarrollo Sinactivo, así como los enfoques de cuidado, utilizando NIDCAP, por parte del personal y los padres como colaboradores para mejorar la situación del bebé. Se abogó por el NIDCAP como un enfoque para la prestación de atención porque, aunque muchas unidades brindaban atención de apoyo/apropiada para el desarrollo, el desafío era “lograr una implementación de atención consistente en toda la guardería que apoyara el desarrollo del bebé, la familia y el personal y el entorno”. Ella creía que la estructura y la implementación de NIDCAP cumplían con este desafío y ofrecían estrategias para el cambio de transformación para lograr la aceptación unitaria de la teoría y la práctica.

La Dra. Nikki Turner, asesora experta de la OMS, realizó una maravillosa presentación. Explicó que, aunque ha habido una innovación sustancial en el desarrollo de vacunas en los últimos 15 años y un aumento significativo en la exposición a las vacunas, sigue habiendo una serie de desafíos para alcanzar los objetivos de vacunación. Estos incluyen: cambios demográficos, estados frágiles, conflictos y migración, cambio climático, urbanización, resistencia a los antimicrobianos, brotes, epidemias, pandemias e inequidades en la riqueza, la salud y la seguridad. Aludió al creciente fenómeno de la vacilación en las vacunas, pero se mostró más optimista sobre su efecto que lo que se describe actualmente en la prensa y las redes sociales. Concluyó mostrándonos cómo la tecnología está cambiando el panorama de las vacunas, especialmente para las poblaciones de bajos recursos.

El profesor Dieter Wolke habló elocuentemente sobre los resultados en adultos después de un parto prematuro extremo. Se centró en el estudio longitudinal bávaro (cohorte de nacimiento de 1985-86) y el estudio EPIcure (cohorte de nacimiento de 1995). Esencialmente, la supervivencia extrema de los bebés prematuros ha aumentado, pero su calidad de vida ha cambiado muy poco. Como niños y adultos, se desempeñan mal en todos los aspectos de la cognición y tienen déficits múltiples en lugar de cognitivos; sin embargo, hay pocos cambios en los déficits entre la infancia y la edad adulta. Mostró imágenes de resonancia magnética de alteraciones estructurales y de red debido a complicaciones neonatales que están asociadas con el coeficiente intelectual de los adultos. Aunque los trastornos de ansiedad y atención son más frecuentes en aquellos individuos que fueron muy prematuros, hay poca evidencia de trastornos depresivos. Como niños y adultos, las personas son más retraídas socialmente, tienen relaciones sociales más pobres con sus compañeros y son menos propensas a asociarse, son más propensas a ser intimidadas y reportan una peor calidad de vida relacionada con el funcionamiento económico y social. Sin embargo, se mostró optimista de que muchos de estos factores se pueden modificar mediante relaciones óptimas entre padres y compañeros y una mejor integración y desarrollo social.

Rachael Callander recibió una ovación de pie por sus reflexiones, como madre de un bebé ingresado en una UCIN, sobre el lenguaje utilizado por los profesionales de la salud que describe a su bebé, su condición y el resultado probable. La línea más memorable fue no usar el “lenguaje de la resta” al describir a alguien; una “condición” no es limitante de la vida, después de todo, la vida misma es limitante. Habló de su hija Evie con alegría y humor, así como de los momentos muy confusos y oscuros de dolor y pérdida al saber que su vida sería corta. Puedes leer su historia en www.rachelcallander.co

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