Intervención de tiroides
- ¿Qué es el tiroides y qué función tiene?
- ¿Cómo es el tiroides?
- ¿Qué enfermedades del tiroides precisan de una operación?
- ¿Qué tipo de operaciones se realizan sobre la glándula tiroides?
- ¿Cuánto tiempo deberé estar ingresado/a?
- ¿Es muy grande la herida?
- ¿Es una intervención dolorosa?
- ¿Engordaré después de la operación?
- ¿Qué molestias puedo tener después de la intervención?
- Complicaciones de la operación: afonía y disminución del calcio en la sangre
- ¿Cuánto tiempo tardaré en hacer una vida normal?
- ¿Cómo me quedará la cicatriz?
¿Qué es el tiroides y qué función tiene?
El tiroides es una glándula endocrina que produce las hormonas (T3 y T4) necesarias para regular la temperatura corporal y el consumo de energía de nuestro organismo.
¿Cómo es el tiroides?
El tiroides tiene dos lóbulos simétricos que le dan la forma de una mariposa. Está situado en la parte anterior y baja del cuello. A ambos lados del tiroides se encuentran dos estructuras importantes: el nervio recurrente, que mueve las cuerdas vocales, y las glándulas paratiroides, pequeñas como lentejas pero fundamentales para regular el calcio en la sangre.
¿Qué enfermedades del tiroides precisan de una operación?
Aunque muchas enfermedades tiroideas se curan con medicamentos, otras deben ser intervenidas quirúrgicamente. Entre éstas destacan por su frecuencia los nódulos, los bocios de gran tamaño, el hipertiroidismo (funcionamiento excesivo de la glándula) y el cáncer de tiroides que, por fortuna, es curable mediante una operación en más del 80% de los casos.
¿Qué tipo de operaciones se realizan sobre la glándula tiroides?
Cuando se realiza una intervención sobre el tiroides siempre es para extirpar una parte o bien la totalidad de la glándula. Las operaciones más frecuentes consisten en la extirpación de uno de los lóbulos (hemitiroidectomía), de toda la glándula (tiroidectomía total) o bien de casi toda (tiroidectomía subtotal). En ciertos tipos de cáncer es necesaria la extirpación de los ganglios linfáticos presentes alrededor de la glándula. La elección por parte del cirujano de una intervención u otra se basa en la enfermedad que usted tenga.
¿Cuánto tiempo deberé estar ingresado/a?
El ingreso hospitalario tras la intervención es de uno a tres días. En general, se da el alta a las 24 horas si se ha realizado una hemitiroidectomía, a las 48 horas si la tiroidectomía ha sido total y entre el tercer y quinto día si, por algún motivo, la operación ha sido más complicada.
¿Es muy grande la herida?
La mayor parte de las tiroidectomías se realizan a través de una incisión horizontal de no más de 5-7 cm. en la parte baja y anterior del cuello. Si el bocio es muy grande o el paciente tiene un cuello muy corto o está afecto de cáncer pueden ser necesarias incisiones más largas. Siempre que sea posible se aprovecha una arruga del cuello para disimular la incisión quirúrgica.
¿Es una intervención dolorosa?
Las tiroidectomías son poco dolorosas y la mayor parte de pacientes precisan tan sólo de una a tres inyecciones de analgésico después de la operación.
¿Engordaré después de la operación?
El tiroides regula el peso del organismo ya que controla la cantidad de energía que quemamos. Tras la operación el peso no debe modificarse, siempre y cuando la función tiroidea sea correcta o, si la tiroidectomía ha sido total, usted tome la dosis adecuada de hormona (Levothroid, Eutirox, Dexnon). Si la función tiroidea es insuficiente puede producirse un aumento de peso. Por este motivo, después de la operación se le realizarán unos análisis para comprobar si la concentración sanguínea de hormonas tiroideas es la adecuada. Si es así, su peso no debe alterarse para nada. En circunstancias excepcionales es necesario suspender la toma de hormonas tiroideas durante 6 semanas, periodo en el que puede presentarse una ganancia de peso transitoria.
¿Qué molestias puedo tener después de la intervención?
Tras una tiroidectomía puede usted notar ciertas molestias transitorias en la garganta relacionadas con el tubo de plástico insertado en la traquea para administrar la anestesia: picor, dolor al tragar o voz algo ronca. Debido a la posición de la cabeza en el quirófano -extendida hacia atrás- puede sentir molestias parecidas a una torticolis. Un punto que se coloca bajo la barbilla puede ocasionarle una mínima molestia. Estos síntomas son de corta duración y prácticamente nunca precisan tratamiento.
Complicaciones de la operación: afonía y disminución del calcio en la sangre
Dado que los nervios que mueven las cuerdas vocales se encuentran muy cerca del tiroides, durante la tiroidectomía es preciso separarlos de la glándula para poder preservarlos. En un 5% de los casos esto puede producir una afonía transitoria que desaparece entre las dos y las diez semanas. Más raramente, en un 1-2% de los casos, generalmente en operaciones por cáncer o bocio gigante, esta afonía es definitiva porque el nervio recurrente de uno de los dos lados ha quedado lesionado. En las tiroidectomías totales, el cirujano separa el tiroides de las cuatro glándulas paratiroides. Ello comporta que pueda bajar la concentración de calcio en la sangre y que, en algunos casos, sea preciso recetar pastillas de calcio que usted tomará hasta que los niveles de calcio en la sangre se normalicen. Las molestias que puede usted notar en relación con la bajada de calcio en sangre son hormigueos en las puntas de los dedos y en los labios y rampas musculares. Si tras el alta notase usted estos síntomas debe acudir a las urgencias de nuestro hospital para que le sea prescrito el tratamiento oportuno.
¿Cuánto tiempo tardaré en hacer una vida normal?
Tras el alta hospitalaria debe ir gradualmente volviendo a sus actividades normales y no debe tener miedo a hacerlo rápidamente. En especial no limite los movimientos del cuello por temor a que la herida se abra o no quede bien. La sutura de la piel es fuerte y la inmovilidad puede acarrearle dolor y rigidez de nuca.
¿Cómo me quedará la cicatriz?
Al final de la operación, la herida se cose con técnicas de cirugía plástica. Durante unas semanas puede apreciar cierta hinchazón y enrojecimiento que le irá desapareciendo progresivamente. El resultado estético final no puede juzgarse hasta pasados, como mínimo, seis meses. Si se opera usted en verano, protéjase la herida de la exposición directa al sol usando un filtro (factor 50) durante los dos primeros meses. En nuestra experiencia la infección de herida de una tiroidectomía es muy rara (1%).