La mastoiditis coalescente con absceso subperióstico
La otitis media aguda (OMA) es el proceso infeccioso localizado más común que se produce en los primeros cinco años de vida. El curso clínico de la OMA suele ser corto. Sin embargo, una pequeña proporción de pacientes puede experimentar complicaciones. Estas complicaciones ahora pueden ser más difíciles de diagnosticar porque los antibióticos pueden enmascarar los síntomas que pueden alertar a los médicos sobre el diagnóstico.
La otomastoiditis aguda se definió como OMA y la presencia de al menos uno de los signos locales clínicamente característicos de mastoiditis (eritema retroauricular, hinchazón, sensibilidad, protrusión de la oreja).
Las siguientes etapas patológicas se encuentran sucesivamente en el desarrollo de la mastoiditis aguda: * Atrapamiento del exudado en las células mastoides (mastoiditis simple);
•Desmineralización de los tabiques óseos y osteonecrosis de las paredes mastoides más delgadas con creación de grandes cavidades purulentas (otomastoiditis coalescente).
Desde una perspectiva clínica, se sospecha de mastoiditis coalescente en presencia de secreción de oído abundante, dolor y sensibilidad mastoidea. Debido a que el tratamiento de la mastoiditis coalescente comúnmente incluye una mastoidectomía cortical urgente, es necesaria la identificación inmediata de esta afección. En la coalescencia FC-TC se definió como pérdida del tabique trabecular tipo panal y/o erosión del hueso cortical visualizado. El diagnóstico se obtiene comparando el número, grosor y mineralización de las trabéculas intercelulares mastoides con el lado contralateral, aunque la asimetría no es infrecuente. En ausencia de otras indicaciones, una FC-TC negativa con respecto a la coalescencia es suficiente para obviar la necesidad de cirugía.
La mastoiditis coalescente puede seguir un curso más agudo y agresivo (mastoiditis aguda coalescente) o una progresión más subclínica (mastoiditis latente o “enmascarada”). Debido a un efecto de enmascaramiento, los síntomas agudos faltarán. Una tomografía computarizada del cerebro y de los huesos temporales es esencial para el examen y el tratamiento de los pacientes que se sospecha que tienen una complicación.
El pus retenido en el mastoides cerrado puede perforar la corteza mastoide externa y estar debajo del periostio, lo que resulta en un absceso subperióstico.
La TC se debe realizar al principio del curso de la enfermedad para clasificar la mastoiditis como incipiente o coalescente y para detectar complicaciones intracraneales. Además, la RMN se realiza en pacientes con síntomas clínicos o hallazgos de TC sugestivos de complicaciones intracraneales debido a su mayor sensibilidad para la detección de colecciones de fluidos extraaxiales y problemas vasculares asociados. Sobre la base de los hallazgos clínicos y de imágenes, la enfermedad se maneja de manera conservadora con antibióticos administrados por vía intravenosa o se trata con mastoidectomía y drenaje más terapia con antibióticos.