Las Raíces Celtas de las Tradiciones Navideñas

Navidad Celta

Las raíces de las tradiciones Navideñas que reconocemos hoy se remontan a las celebraciones precristianas del solsticio de Invierno. El solsticio es el evento dos veces al año cuando el sol parece estar en su punto más alto o más bajo sobre el horizonte. En el hemisferio norte, el solsticio de Invierno generalmente ocurre anualmente entre el 20 y el 23 de diciembre.

El solsticio de Invierno fue visto por los antiguos celtas como una de las épocas más significativas del año. Los monumentos neolíticos de Newgrange en Éire, Maes Howe en las Orcadas, Escocia y Bryn Celli Ddu en Ynys Môn, Gales, son ejemplos de cámaras funerarias esparcidas por las naciones celtas construidas para capturar el impacto total de los rayos del sol durante los solsticios.

Los druidas, la clase sacerdotal en la antigua sociedad celta, celebraron el festival de Alban Arthuan (también conocido como Yule) en el momento del solsticio de Invierno. Fue en este día que recogieron ceremonialmente el muérdago de los robles. Una práctica descrita en los escritos del historiador romano Plinio el Viejo (Cayo Plinio Segundo del 23 al 25 de agosto del 79).

El nombre de Navidad proviene de la Misa de Cristo (Misa de Cristo). La fecha real del nacimiento de Jesús no está dada en la Biblia. La propagación del cristianismo durante el primer milenio (del 1 de enero al 1000 d.C. del calendario juliano) se vio favorecida por la adaptación de la nueva religión a las ceremonias y tradiciones de las religiones existentes. A veces, los primeros cristianos también adoptaron deidades existentes para facilitar la transición de las creencias antiguas a las nuevas, como se cree que es el caso de Brígida, la diosa celta de la fertilidad, que se conoció entre los cristianos como Santa Brígida.

Así que al celebrar la Navidad, los adornos tradicionales que acompañan esta temporada festiva tienen raíces que se remontan mucho a la historia celta. El Muérdago recogido por los druidas por sus propiedades mágicas y saludables. El tronco de Navidad quemado por los celtas para contrarrestar la oscuridad de mediados de invierno cuando pensaban que el sol se había detenido durante doce días y para traer buena suerte. El Acebo y la Hiedra; árboles de hoja perenne que los celtas consideraban importantes para mantener a raya a los malos espíritus. El Árbol decorado con símbolos de objetos solares y regalos a dioses y diosas celtas.

Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo de parte de todos en Transceltic

Nollick Ghennal as Blein Vie Noa (Gaélico manés)

Nollaig Chridheil agus Bliadhna Mhath ùr (Gaélico escocés)

Nollaig Shona Dhuit agus Bliain Nua Fe Mhaise (irlandés Gaélico)

Nedeleg Laouen na Bloavezh Mat (Bretón)

Nadolig Llawen a Blwyddyn Newydd Dda (galés)

Nadelik Lowen ha Bledhen Nowyth Da (Cornish)

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