Me dicen que tengo codo de tenista y no juego al tenis

A menudo los tenistas sufren el llamado codo de tenista, los golfistas, el codo de golfista y los aficionados al running, la rodilla del corredor; pero ¿todas estas patologías son siempre consecuencia de practicar un deporte o también pueden producirse por otras causas ajenas a la actividad física? ¿Sabes realmente en qué consiste el codo de tenista?

Tabla de contenidos

¿Qué es la epincondilitis?

La tendinopatía epicondílea lateral o epicondilitis, según la terminología médica, o el codo de tenista o tendinitis del codo, tal como se conoce más comúnmente, es la patología más frecuente del codo. Consiste en la lesión de los tendones que unen los músculos de la mano y del antebrazo con el epicóndilo lateral, que es una protuberancia ósea que hay en la parte inferior del húmero, concretamente, la que está situada en el lateral del hueso. Los músculos epicondíleos son los que cruzan el codo y el antebrazo permitiendo la flexión y la extensión de la muñeca, y en el codo de tenista el músculo afectado es el segundo radial, tal como se muestra en la ilustración:

En la epicondilitis, el tendón epicóndilo lateral y el músculo segundo radial se inflaman debido a un deterioro de la estructura de colágeno (una proteína cuya función es unir los tejidos conectivos del cuerpo como los huesos, tendones, músculos, piel, etc). El tendón sufre roturas microscópicas a causa de la extensión repetida de la muñeca, es decir, de hacer el movimiento de flexión y extensión de forma reiterada. La tendinitis del codo o epicondilitis suele producirse en el brazo dominante y afecta más a hombres que a mujeres, especialmente en edades comprendidas entre los 35 y los 55 años.

Dentro de las lesiones de codo, la epicondilitis tiene una incidencia del 80% vs. el 20% de la epitrocleítis (codo de golfista), otra lesión de los tendones (en este caso, del interior del codo) causada por la flexión reiterada de la muñeca.

Síntomas y causas del codo de tenista

Los síntomas del codo de tenista incluyen rigidez articular y pérdida de fuerza, así como dolor e inflamación en la cara externa del codo irradiado, a menudo, hacia el dorso del antebrazo. La intensidad del dolor puede aumentar al realizar ciertos gestos como dar un apretón de manos, girar las manillas de las puertas o desenroscar los tapones de frascos, hecho que puede limitarnos sustancialmente en las actividades de nuestra vida cotidiana.

Pero, ¿por qué se produce la epicondilitis? Tal como hemos comentado anteriormente, esta patología se debe a un movimiento repetido de extensión de la muñeca, de modo que los perfiles de pacientes con más riesgo de sufrirla son:

  • Trabajadores que, durante su jornada laboral, exponen el codo a una sobrecarga repetitiva, como jardineros, albañiles, pintores o peluqueras, o que usan continuamente el ratón y el teclado (oficinistas).
  • Deportistas que realizan muchas veces este movimiento de la muñeca, como jugadores de tenis o pádel, u otros deportes de raqueta como squash o bádminton.

Tratamiento

El tratamiento del codo de tenista consta de dos fases: una primera fase, en la cual el dolor es intenso y limitante, impidiendo realizar ningún tipo de movimiento en el codo, y una segunda fase, en la cual podemos iniciar el periodo de recuperación mediante ejercicios que disminuyen el dolor e incrementan el rango de movimiento de la articulación.

Primera fase

Durante la fase aguda se aconseja seguir las siguientes medidas orientadas, principalmente, a reducir el dolor:

  • Aliviar el dolor aplicando frío local y tomando antiinflamatorios: normalmente si estamos en reposo la lesión no duele, pero si realizamos movimientos y ejercemos presión en la zona lesionada, podemos sentir dolor; tanto el frío local como la medicación nos aliviarán las molestias y contribuirán a reducir la inflamación.
  • Limitar el esfuerzo: debemos intentar exigir menos esfuerzo al tendón lesionado para permitir que se pueda recuperar (recordemos que el tendón sufre roturas microscópicas y se debe formar nuevo tejido). Para ello, es necesario hacer reposo evitando realizar el movimiento doloroso y usar soluciones como brazaletes para epincondilitis.

La terapia compresiva para tratar esta lesión del codo es fundamental, ya que descarga el exceso de presión en la inserción de los tendones que unen los músculos del antebrazo (flexor y extensor) con la articulación del codo, sin reducir la funcionalidad.

Los brazaletes para epicondilitis, además, son muy cómodos ya que su diseño envolvente se adapta perfectamente a la anatomía del antebrazo y son muy transpirables. Si necesitamos llevarlos mientras realizamos nuestra actividad laboral, apenas los notaremos, ya que son ligeros y no se deslizan incluso en jornadas largas.

Además de usarse para tratar el codo de tenista, este tipo de soluciones también están indicadas en el tratamiento de la epitrocleítis o codo de golfista, aliviando el dolor en la parte interna del codo y el interior del antebrazo.

Segunda fase

Durante esta segunda etapa tras una lesión de codo, ya habremos superado la fase aguda de dolor gracias a la medicación antiinflamatoria, al uso de brazaletes y a la aplicación de frío local. Ahora ya estaremos en condiciones de iniciar el periodo de recuperación activa y pasar del reposo a la actividad moderada; para ello, se recomienda:

  • Realizar ejercicios de fisioterapia: empezaremos practicando ejercicios de calentamiento y estiramiento de la musculatura extensora del antebrazo y, posteriormente, realizaremos ejercicios de fortalecimiento.
  • Mantener una buena higiene postural y seguir consejos para no forzar la articulación: de esta forma, evitaremos recaídas y nuevas lesiones.

En conclusión, la epicondilitis o tendinopatía epicondílea lateral, más conocida como codo de tenista, es la patología de codo más frecuente producida por la lesión del tendón que une el segundo medial (uno de los músculos del antebrazo) con el hueso húmero debido a un deterioro de la estructura de colágeno. Habitualmente afecta más a hombres que a mujeres (sobre todo, de entre 35 y 55 años) y suele estar causada por un movimiento repetido de flexión y extensión de la muñeca. En consecuencia, los perfiles con más riesgo de sufrirla son trabajadores que durante su jornada laboral sobrecarguen la articulación con este movimiento repetitivo (como jardineros, albañiles, pintores, peluqueras u oficinistas) o deportistas que realicen muchas veces la flexo-extensión de muñeca, como jugadores de tenis o pádel. Para recuperarnos de esta lesión, deberemos empezar aliviando el dolor con antiinflamatorios, aplicando frío local, haciendo reposo y usando brazaletes para epicondilitis que descarguen la presión en el codo. Posteriormente, en la fase de recuperación activa, haremos ejercicios de fisioterapia e intentaremos mantener una buena higiene postural para no forzar la articulación y evitar futuras recaídas. Así que, seas deportista o no, si sufres epicondilitis ya ves que tienes muchas soluciones a tu alcance para recuperarte de la lesión; sé paciente y constante durante la rehabilitación ¡y dale un buen revés a la epicondilitis!

Fuentes:

Arnal, Juan. Cirugía ortopédica y traumatología deportiva. Epicondilitis: codo de tenista. Recuperado de https://traumatologomadrid.es/epicondilitis-codo-tenista/

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*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.

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