Parálisis cerebral y autismo: Comprensión de las principales diferencias
Tanto la parálisis cerebral como el autismo son trastornos del espectro, lo que significa que involucran una amplia gama de síntomas y gravedad.
Como resultado, no hay dos casos de parálisis cerebral o autismo iguales. Muchas personas con parálisis cerebral pueden caminar independientemente, y muchas personas con autismo pueden hablar y son extremadamente inteligentes.
Este artículo repasará las diferencias y similitudes entre la parálisis cerebral y el autismo, así como qué esperar cuando ocurren simultáneamente.
Diferencias entre Parálisis Cerebral y Autismo
Aproximadamente el 7% de los niños con parálisis cerebral también tienen trastorno del espectro autista. Estos 2 trastornos no están relacionados entre sí, pero pueden co-ocurrir y afectar el desarrollo infantil.
A continuación, compararemos y contrastaremos estas 2 condiciones con mayor detalle.
Tipo de Trastorno
Tanto la parálisis cerebral como el autismo son trastornos neurológicos. Sin embargo, los síntomas de cada uno se manifiestan de manera diferente. Uno resulta en impedimentos físicos, mientras que el otro resulta en desafíos sociales y de comportamiento.
La parálisis cerebral es una discapacidad motora, lo que significa que afecta los movimientos, el equilibrio, la postura y la coordinación de un individuo.
En contraste, el autismo afecta principalmente el comportamiento y las habilidades de comunicación.
Mientras que los individuos con parálisis cerebral pueden tener impedimentos sociales o conductuales concurrentes, no están directamente relacionados con la parálisis cerebral. Del mismo modo, las personas con autismo pueden experimentar deficiencias motoras, como una mala coordinación, patrones de marcha anormales y convulsiones; sin embargo, no son necesarios para un diagnóstico de autismo.
Causas
Otra diferencia entre la parálisis cerebral y el autismo es su causalidad.
La parálisis cerebral es causada por un daño al cerebro en desarrollo antes, durante o poco después del nacimiento. Puede ocurrir como resultado de un parto prematuro, falta de oxígeno, sangrado en el cerebro, infección o lesión en la cabeza.
Múltiples factores genéticos y ambientales pueden contribuir al autismo, pero la causa exacta aún se desconoce.
En términos de factores genéticos, los estudios muestran que las probabilidades de que ambos gemelos idénticos tengan autismo son de aproximadamente 36-95%, mientras que las probabilidades de que ambos gemelos fraternos tengan autismo son de aproximadamente 31%. Los padres de un niño con autismo tienen un 2-18% de probabilidades de tener un segundo hijo con autismo.
Otros factores que aumentan el riesgo de tener un hijo con autismo incluyen el aumento de la edad de los padres, la exposición prenatal a productos químicos, el parto prematuro y la privación de oxígeno. Algunos de estos factores también pueden causar PC, lo que explica por qué las dos afecciones pueden ocurrir simultáneamente.
Síntomas
Debido a que la parálisis cerebral y el autismo son trastornos del espectro, se presentan de manera diferente en cada individuo.
Los síntomas comunes del autismo incluyen:
- Mal uso del contacto visual, las expresiones faciales y los gestos
- Dificultad para comprender las situaciones sociales y el lenguaje corporal
- Arrebatos incontrolables
- Comportamiento y movimientos repetitivos u obsesivos
- Dificultades para hacer amigos e iniciar/ mantener conversaciones
- Retraso o falta total de habla
- Ser extremadamente particulares sobre cómo se hacen las cosas y resistir el cambio
- Dificultades con las transiciones
- Hipersensibilidad a los sonidos o al tacto
Síntomas comunes de parálisis cerebral incluye:
- Marcha anormal
- Movimientos incontrolables
- Mala postura
- Tono muscular anormal
- Incapacidad para hablar, masticar o tragar
- Equilibrio y coordinación deficientes
Las personas pueden tener cualquier combinación de estos síntomas con diferentes grados de gravedad.
Si su hijo tiene ambas afecciones, el manejo puede ser complicado. Por ejemplo, los niños con autismo a menudo prefieren hacer las cosas por su cuenta; sin embargo, las deficiencias motoras causadas por la parálisis cerebral pueden restringir la independencia. Esto puede ser extremadamente frustrante y hacer que su hijo actúe mal.
En la siguiente sección, analizaremos cómo manejar estas complicaciones.
Manejo de la Parálisis Cerebral y el Autismo
La parálisis cerebral y el trastorno del espectro autista son afecciones de por vida que no se pueden revertir. Sin embargo, al aprender a comunicarse de manera efectiva y completar las actividades funcionales, su hijo puede mejorar significativamente su calidad de vida.
Las intervenciones de manejo que pueden ayudar a desarrollar las habilidades físicas y los comportamientos sociales de su hijo incluyen:
- La fisioterapia puede ayudar a su hijo a mejorar su fuerza, movilidad, equilibrio y coordinación a través del ejercicio.
- La terapia ocupacional puede enseñarle a su hijo a realizar actividades de la vida diaria, como usar el baño o ponerse ropa, y también puede abordar la regulación sensorial.
- La terapia del habla puede enseñarle a su hijo a comunicarse y socializar de manera más efectiva.
- La terapia cognitiva conductual puede ayudar a su hijo a salir de comportamientos no saludables o destructivos.
Debido a que cada caso de parálisis cerebral y autismo es único, es esencial un enfoque personalizado para el manejo que se dirija y desarrolle las debilidades específicas de su hijo.
La intervención temprana puede reducir significativamente la progresión de las deficiencias motoras y mejorar las habilidades cognitivas. Los cerebros de los niños tienen más neuroplasticidad y, por lo tanto, son capaces de adaptarse y aprender nuevas habilidades mucho más rápido que los adultos.
Parálisis cerebral vs Autismo: Puntos clave
La parálisis cerebral y el trastorno del espectro autista son dos condiciones de desarrollo diferentes que pueden coexistir.
La PC afecta principalmente el movimiento, mientras que el autismo afecta principalmente la comunicación, el comportamiento y las interacciones sociales. Sin embargo, las causas y los síntomas pueden superponerse.
Esperamos que este artículo le haya ayudado a comprender las diferencias entre estas 2 condiciones y cómo manejarlas. ¡Buena suerte!
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