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Sería fácil pasar por esta iglesia del este de Londres sin darse cuenta de que hay una deliciosa colección de huevos de cerámica pintados con caras de payaso en la sala trasera. Este es el Registro de Huevos de Payaso, una forma peculiar de inmortalizar las caras únicas de los payasos profesionales.

Este archivo maravillosamente extraño incluye más de 250 huevos pintados, aunque solo unos 50 de ellos están actualmente en exhibición en la iglesia de la Santísima Trinidad en Dalston, hogar de la Galería-Museo de los Payasos, administrada por Clowns International.

Cuando un nuevo miembro se registra en la organización, una réplica de su diseño de maquillaje personal se pinta cuidadosamente en un huevo de cerámica y se agrega al registro. Los payasos ayudan a esta tradición enviando fotos de sus caras maquilladas y muestras de tela de sus disfraces. El archivo actúa como una especie de copyright no legal pero entendido, para asegurarse de que cada payaso tenga un aspecto distinto, y que no haya dos payasos demasiado similares.

La práctica comenzó en 1946 por un miembro de Clowns International (entonces llamado Club Internacional de Payasos de Circo), Stan Bult, que pintó las caras de payaso en huevos de gallina vaciados como pasatiempo. Se convirtió en un útil registro de rostros para la posteridad, así como una forma de conmemorar a los grandes payasos de antaño.

Bult pintó alrededor de 200 huevos en total, y aunque la mayoría se perdieron y se rompieron a lo largo de los años, 26 de estos frágiles originales se pueden encontrar en la iglesia de Dalston, junto con otros 46 huevos de payaso en exhibición permanente. Este armario trasero de huevos pintados llamó la atención del fotógrafo Luke Stephenson cuando se topó con el Registro de Huevos de Payaso en 2007. Publicó un libro con sus fantásticas fotografías de los huevos, tomadas de ambos lugares de la colección.

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