Receta de ropa vieja del cocido madrileño
Partimos de las sobras de un cocido madrileño tradicional, o como os decía de cualquier otro puchero tradicional con garbanzos de vuestra zona. De esas sobras, vamos a utilizar sobre todo los garbanzos cocidos, los restos de las carnes y de las verduras -repollo, zanahoria y patata- que hayan quedado. Todo tiene que estar muy picado para que no haya trozos más grandes que los garbanzos. Incluso vamos a usar también un par de cucharones del caldo de cocido, para dar un toque más meloso al resultado final como os explicaré más tarde.
Comenzamos pochando una cebolla muy muy picada, dándole su tiempo hasta que quede bien dorada, como cuando hacemos cebolla caramelizada. Reservamos. Continuamos picando bien finitos dos dientes de ajo y los echamos en la sartén con dos cucharadas de aceite de oliva, dejando que se doren a fuego muy bajo. Cuando el ajo esté dorado retiramos la sartén del fuego y echamos una cucharada sopera de pimentón dándole vueltas para que se mezcle bien con el aceite y no se queme o no se arrebate, como dice mi madre.
Incorporamos a la sartén los garbanzos, la verdura y la carne del cocido muy picada. Mezclamos bien y dejamos que el conjunto se cocine a fuego mínimo durante unos diez minutos, removiendo para que el aceite con el sofrito de ajo, cebolla y pimentón impregne todos los alimentos. El sabor de la ropa vieja dependerá sobre todo de lo que haya sobrado, si hay más o menos chorizo, tocino, morcillo, etc.
El toque final, dependerá de nuestros gustos. Hay quien prefiere dejar que los garbanzos se cocinen hasta quedar sequitos y crujientes y quien prefiere -como yo-, añadir uno o dos cucharones de caldo de cocido al final del proceso de elaboración, si queremos que la ropa vieja nos quede más melosa o untuosa.