[Retirada de clozapina. Una revisión]
El artículo describe los síntomas de la retirada de la clozapina y sus posibles causas, así como la investigación sobre el cambio de clozapina a otro medicamento antipsicótico. Se realizó una búsqueda informatizada utilizando MEDLINE (1966-1997) para recuperar informes de retirada de clozapina. Se identificaron quince informes de casos y dieciséis estudios de abstinencia (solo uno de ellos doble ciego y dos ciego simple). El perfil de receptores múltiples de clozapina parece ser responsable de los síntomas de abstinencia several se sugieren varios mecanismos específicos: supersensibilidad colinérgica, supersensibilidad dopaminérgica, papel especial de los receptores D4, posibilidades de compromiso serotoninérgico, noradrenérgico y GABA-ergico. El riesgo de recaída después de la retirada de la clozapina parece ser mayor que después de la retirada de los neurolépticos clásicos. Algunos pacientes pueden volverse resistentes neurolépticos de novo durante al menos varias semanas después de la retirada. Por lo tanto, la clozapina debe interrumpirse solo debido a fuertes indicaciones clínicas, y si solo es posible, la retirada debe ser lenta (50 mg/semana). Para prevenir la recaída de la psicosis, algunos expertos abogan por comenzar con nuevos medicamentos antipsicóticos en dosis terapéuticas antes de que se complete la retirada de la clozapina. En caso de emergencia, cuando se debe retirar inmediatamente la clozapina (dosis alta), el paciente debe ser hospitalizado y se puede considerar la administración de colinérgicos para prevenir el rebote colinérgico”. No hay pautas establecidas sobre qué antipsicótico elegir después de retirar la clozapina. En general, los antipsicóticos clásicos son ineficaces. La tioridazina se sugiere debido a su actividad anticolinérgica prominente, pero no hay evidencia clínica de la ventaja de este tratamiento en comparación con los medicamentos clásicos. El risperidón y especialmente la olanzapina son posibilidades prometedoras, pero los datos iniciales son decepcionantes. Las benzamidas podrían ser otra posibilidad, pero los datos clínicos son escasos. Estas importantes cuestiones requieren nuevos estudios.