Síntomas y causas del Herpes Simple congénito
En profundidad
¿Qué es el herpes simple congénito?
El herpes simple congénito es una infección causada por la exposición en el útero. En la mayoría de los casos, los bebés contraen herpes congénito en el canal de parto durante el parto, aunque en raras circunstancias, es posible que se infecten en el útero o inmediatamente después del nacimiento.
¿Cuáles son los síntomas del herpes simple congénito?
Los síntomas del herpes congénito suelen aparecer durante el primer mes de vida del bebé. Los signos de que su bebé puede tener herpes son:
- irritabilidad
- convulsiones
- dificultad para respirar, incluidos gruñidos, aspecto azul (cianosis), respiración rápida y períodos cortos de falta de respiración
- ictericia (color amarillo de la piel)
- sangrado fácilmente
- shock
Las infecciones por herpes simple se pueden dividir en tres categorías, determinadas por estos síntomas:
- Infección localizada de la piel: pequeñas ampollas llenas de líquido en la piel y alrededor de los ojos y la boca que estallan, se forman costras y se curan
- Encefalitis: una inflamación del cerebro que puede causar problemas con la función cerebral y de la médula espinal, incluidas convulsiones
- Infección por herpes diseminada: el tipo más peligroso de infección por herpes. El virus del herpes se disemina por todo el cuerpo y puede afectar a múltiples órganos, incluidos el hígado, el cerebro, los pulmones y los riñones.
Si su bebé está afectado por herpes, es posible que no presente todos los síntomas de la enfermedad. La mayoría de los síntomas aparecen al final de la primera semana del bebé, mientras que los problemas más graves del sistema nervioso central no aparecerán hasta la segunda semana del bebé.
Si no se trata, la encefalitis y las infecciones por herpes diseminadas son potencialmente mortales.