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El término competente se utiliza en diversos contextos, incluidos los de procedimiento, pruebas y empleo. De manera más general, se refiere a la capacidad de actuar en las circunstancias, incluida la capacidad de desempeñar un trabajo u ocupación, o de razonar o tomar decisiones.
Tanto en el procedimiento penal como en el civil, un tribunal de jurisdicción competente es un tribunal con facultades para resolver el caso que tiene ante sí. Las pruebas presentadas en la causa también deben ser competentes. La prueba competente es aquella que es admisible, material y relevante para el hecho o hechos que se pretende probar. Además, un testigo competente es aquel que está legalmente calificado para testificar ante el tribunal.
En un proceso penal, el acusado es competente si tiene la capacidad suficiente para consultar a su abogado con un grado razonable de comprensión racional y de comprensión tanto racional como fáctica del proceso que se le sigue. El acusado también debe ser competente para presentar una declaración de culpabilidad.
El término también aparece en el contexto de los derechos laborales. Por ejemplo, bajo el Código de Educación de California, competente se ha interpretado como una referencia a las habilidades o calificaciones específicas requeridas para una solicitud y no se relaciona con el desempeño previo en el trabajo.
En acciones por negligencia profesional, Mississippi ha utilizado el término “mínimamente competente” para referirse al grado de habilidad y conocimiento que proporciona un profesional. En una decisión de la corte suprema del estado, se explicó además que un profesional mínimamente competente es aquel cuyas ” habilidades y conocimientos son suficientes para cumplir con los requisitos de licencia o certificación para la profesión o especialidad practicada.”
En la ejecución de testamentos, también se requiere que el ejecutor sea legalmente competente.