Teorías de conspiración
El 9/11 fue un trabajo interno. El Holocausto es un mito promovido para servir a los intereses judíos. Los tiroteos en la escuela primaria Sandy Hook fueron una operación de bandera falsa. El cambio climático es un engaño perpetrado por el gobierno chino.
Todas estas son teorías de conspiración. Un vistazo en línea o a las listas de bestseller revela lo populares que son algunos de ellos. Incluso si hay mucha evidencia para refutarlos, la gente persiste en propagarlos. ¿Por qué? El filósofo Quassim Cassam explica cómo las teorías de conspiración son diferentes de las teorías ordinarias sobre conspiraciones. Argumenta que las teorías de conspiración son formas de propaganda y su función es promover una agenda política. Aunque las teorías de conspiración a veces se defienden con el argumento de que descubren pruebas de mala conducta por parte de los líderes políticos, hacen mucho más daño que bien, y algunas resultan en la muerte de un gran número de personas.
No puede haber una indicación más clara de que algo ha ido mal con nuestra cultura intelectual y política que el hecho de que las teorías de conspiración se han convertido en la corriente principal. Cuando son peligrosos, no podemos permitirnos ignorarlos. Al mismo tiempo, refutarlas con argumentos racionales es difícil porque los teóricos de la conspiración descartan o rechazan la evidencia que refuta sus teorías. Como las teorías de conspiración son tan a menudo cortinas de humo con fines políticos, necesitamos encontrar respuestas políticas e intelectuales si queremos tener alguna esperanza de derrotarlas.