Tipos y mecanismos de atelectasia pulmonar
La atelectasia es una de las anomalías más frecuentes en la radiología torácica y sigue siendo un desafío diagnóstico diario. A veces se puede pasar por alto la atelectasia, particularmente cuando la opacificación pulmonar es mínima o está ausente, y en otras ocasiones se puede interpretar como alguna otra forma de patología intratorácica, particularmente neumonía. Los signos directos de atelectasia son vasos pulmonares atestados, broncogramas de aire atestados y desplazamiento de las fisuras interlobares. Los signos indirectos de atelectasia son opacificación pulmonar, elevación del diafragma, desplazamiento de la tráquea, el corazón y el mediastino, desplazamiento del hilio, hiperexpansión compensatoria del pulmón circundante, aproximación de las costillas y granulomas cambiantes. Para fines descriptivos, la atelectasia se puede dividir en los siguientes tipos: pulmón segmentario, lobar o completo; subsegmental; plano, lineal o discoide; redondo; y generalizado o difuso. La atelectasia de reabsorción es causada por la reabsorción del aire alveolar distal a lesiones obstructivas de las vías respiratorias; la atelectasia adhesiva se debe a una deficiencia de surfactante; la atelectasia pasiva es causada por neumotórax simple, disfunción diafragmática o hipoventilación; la atelectasia compresiva se debe a neumotórax a tensión, lesiones intratorácicas que ocupan espacio o distensión abdominal; la atelectasia de cicatrización se debe a fibrosis pulmonar; y la atelectasia dependiente de la gravedad es el resultado de alteraciones del volumen alveolar dependientes de la gravedad. Siempre que haya signos de pérdida de volumen en una radiografía de tórax, la radiografía debe interpretarse como una atelectasia. Al comprender los diversos mecanismos que conducen a la atelectasia y al considerar las afecciones subyacentes, el radiólogo debe ser capaz de desarrollar una lista adecuada de las posibles causas de la atelectasia. El diagnóstico de neumonía atelectásica debe basarse en la presencia de signos y síntomas clínicos de neumonía junto con la identificación de bacterias patógenas en esputo, aspirados traqueales o muestras de lavado broncoalveolar protegido o cepillado bronquial, en lugar de en la identificación radiográfica de atelectasia sola.