Tiroidectomía completa: evaluación crítica

Antecedentes: La tiroidectomía completa se puede describir con mayor precisión como una reexploración del cuello para extirpar el lóbulo contralateral de la tiroides. Este procedimiento se ha realizado comúnmente cuando la condición histopatológica del lóbulo tiroideo ipsilateral revela carcinoma papilar o folicular de la tiroides. Debido a un riesgo definitivamente mayor de complicaciones con la tiroidectomía completa, es importante evitar su uso rutinario. El propósito de este trabajo es definir las indicaciones específicas para completar la tiroidectomía.

Métodos: En los últimos 9 años se han realizado 400 tiroidectomías, con edades comprendidas entre los 18 y los 88 años. Aunque hemos utilizado de forma rutinaria la biopsia con aguja preoperatoria y la sección congelada intraoperatoria, las decisiones sobre la extensión de la tiroidectomía se han basado en los hallazgos macroscópicos en el momento de la operación, teniendo en cuenta factores pronósticos como la edad del paciente, el grado y el tamaño del tumor, la presencia de diseminación extracapsular o metástasis a distancia y los factores de riesgo asociados. El procedimiento mínimo para el nódulo tiroideo solitario ha sido la lobectomía con istmusectomía. Si el lóbulo contralateral es extremadamente normal, la lobectomía con istmusectomía también ha sido la operación máxima en la mayoría de los pacientes. Existen muy pocas indicaciones específicas para la eliminación del lóbulo opuesto.

Resultados: Solo tres pacientes se sometieron a tiroidectomía completa. Los tres pacientes tenían carcinoma folicular agresivo que requirió ablación con yodo radiactivo, y todos fueron remitidos después de la cirugía inicial. No hemos realizado tiroidectomía completa en ninguno de los pacientes a los que operamos inicialmente.

Conclusiones: La indicación más común que se considera para completar la tiroidectomía es el diagnóstico de sección congelada de adenoma folicular benigno que se cambia posteriormente en condición patológica permanente a carcinoma folicular basado en la presencia de invasión capsular y/o vascular. Sin embargo, si se ha producido una invasión mínima, no existe diferencia en la supervivencia relacionada con la extensión de la tiroidectomía. La recidiva local en el lóbulo contralateral ocurre en menos del 10% de las veces. Debido a que la tiroidectomía completa conlleva más riesgos, se debe evitar en la mayoría de los pacientes cuando sea posible. La decisión definitiva se debe tomar durante la operación inicial en función de los hallazgos macroscópicos, los factores pronósticos y la sección congelada, y este plan solo se debe cambiar para ordenar la tiroidectomía completa en determinadas circunstancias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.