Tratamiento de paperas
No hay un tratamiento específico para las paperas, en la mayoría de casos se trata sólo de mejorar los síntomas mediante el uso de antitérmicos, antiinflamatorios y frío local. Se pueden aplicar compresas frías en la glándula parótida o en el testículo para aliviar el dolor. En el caso de que haya un dolor testicular muy intenso, se puede anestesiar el cordón espermático con algún anestésico local. Hay que evitar el uso de esteroides cuando hay una inflamación del testículo pues este tratamiento podría facilitar la atrofia testicular y la esterilidad.
Cuando hay vómitos importantes, secundarios a una menigitis o a una pancreatitis, es necesaria la administración de sueros intravenosos. En el caso de que haya una meningitis, se puede recurrir a la extración de líquido cefalorraquídeo por la espalda a través de una técnica llamada punción lumbar, lo que puede aliviar el dolor de cabeza.
En el caso de existir complicaciones autoinmunes, por anticuerpos que atacan al virus pero también las propias neuronas del paciente, se pueden usar inmunoglobulinas intravenosas, las cuales neutralizan estos anticuerpios dañinos.
Prevención de paperas
La aplicación de la vacuna de virus vivos atenuados se recomienda en niños mayores de un año y en adolescentes y adultos que no hayan padecido la enfermedad. Esta vacuna puede ser monovalente o combinada con la vacuna de otros virus como el de la rubéola y el sarampión (triple vírica).
La primera dosis se suele recomendar entre los 12-15 meses de vida y la segunda dosis a partir de los 2-3 años. Al tratarse de una vacuna de virus vivos atenuados, está contraindicada en personas inmunodeprimidas y en mujeres embarazadas. También está contraindicada en personas con una alergia muy grave al huevo, pues esta vacuna lleva una cantidad pequeñísima de proteínas del huevo.