Tratar un tema Adolorido: Herpes labial y Aftas

Cuando a un niño le duele la boca, le resulta difícil comer o beber. El mal humor general también suele aparecer. El herpes labial y las aftas son causas comunes de dolor en los labios y la boca. Sin embargo, usted tiene que saber la diferencia para saber cómo cuidar mejor de estas molestias dolorosas.

Herpes labial 101
Su hijo dice que su labio se siente raro — como un hormigueo o ardor. Al día siguiente, se despierta con una ampolla rojiza en el labio. Es probable que tenga un herpes labial, también conocido como ampolla de fiebre.

El herpes labial es causado por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1). Este virus muy común se transmite a través de la saliva. Los niños pueden contraer el virus fácilmente, ya sea besando a una persona con herpes labial o compartiendo un vaso, utensilios o una toalla. Algunas personas infectadas con el virus nunca presentan síntomas. Otros tienen brotes periódicos. Aunque está latente, el virus permanece en el cuerpo y se puede reactivar en cualquier momento, por lo general durante un momento de enfermedad, estrés o incluso demasiado sol.

Un herpes labial, aunque inofensivo, puede ser incómodo. El herpes labial puede aparecer como una ampolla o incluso un grupo de ampollas en los labios o alrededor de la parte exterior de la boca. El área puede estar hinchada y sensible y hacer que comer y beber sea doloroso. En aproximadamente 7 a 10 días, las ampollas se secarán y formarán costras a medida que sanan.

Para aliviar el dolor, puede darle a su hijo analgésicos de venta libre como Tylenol o Motrin. (No le dé aspirina. Las compresas frías o de hielo en la llaga también pueden hacer que su hijo se sienta mejor. Sin embargo, no use ungüentos para el herpes labial sin el consejo de su médico.

También es importante disuadir a su hijo de picar en un herpes labial. El virus se propaga fácilmente a otras partes del cuerpo, como los ojos. Recuérdele a su hijo que también se lave las manos con frecuencia.

Aftas bucales 101
Las aftas son diferentes a los herpes labiales, pero también pueden hacer que comer e incluso hablar sea incómodo. Estas llagas redondas pequeñas y poco profundas son blancas o grises con un círculo rojo brillante alrededor de ellas. Por lo general, se encuentran en la lengua, el revestimiento de la boca o en las encías.

La mayoría de las aftas son relativamente leves con causas simples, como comer alimentos ácidos o picantes, como frutas cítricas, piña, uvas y tomates. Otras causas son morder el interior de la mejilla o el labio, u otras abrasiones, como aparatos de ortodoncia que frotan las mejillas, estrés, factores hormonales, reacciones a algunos medicamentos o virus o bacterias.

La buena noticia es que las aftas generalmente solo duran aproximadamente una semana. Para reducir el dolor y la hinchazón, puede darle a su hijo un analgésico de venta libre, como Tylenol o Motrin, o tratar de chupar paletas heladas. Para ayudar a prevenir las aftas bucales, evite los alimentos irritantes o enjuague la boca de su hijo con agua tibia después de comer.

Al igual que con cualquier enfermedad, si las llagas de su hijo, ya sea herpes labial o aftas, no han mejorado después de una semana o si los síntomas han empeorado, llame a su pediatra.

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