Ultrasonido Quiropráctico

Cómo funciona

Los ultrasonidos terapéuticos se han utilizado para una amplia gama de problemas durante varios años en medicina, y tienen una capacidad comprobada para tratar problemas como úlceras, coágulos de sangre, artritis y más. Pueden ser especialmente útiles para tratar afecciones que involucran el cuello y la espalda, como dolor de espalda, latigazo cervical, distensiones y tirones musculares y otras lesiones. Muchos de nuestros pacientes han quedado satisfechos con los resultados del ultrasonido quiropráctico, y lo usamos a menudo para tratar lesiones de espalda sufridas en accidentes, caídas, automóviles o choques y para ayudar a aliviar los síntomas causados por afecciones crónicas. La ecografía quiropráctica se puede usar para reducir el dolor muscular que experimenta, a la vez que mejora su rango de movimiento y movilidad. En los ultrasonidos terapéuticos, se utilizan ondas de sonido de alta frecuencia para suministrar calor profundo a los tejidos y músculos afectados, lo que tiene una serie de efectos positivos en el cuerpo. La terapia de ultrasonido puede aumentar la circulación, reducir la rigidez, aumentar la movilidad, disminuir la hinchazón y la inflamación, y desencadenar la respuesta curativa natural del cuerpo. Todos estos trabajan juntos para reducir el dolor y ayudarle a moverse más libremente y sin dolor, dándole un mayor nivel de independencia y el rango de movimiento. Si bien los beneficios de los ultrasonidos están comprobados y generalizados, solo proporcionan un alivio temporal de los síntomas, por lo que se recomiendan tratamientos regulares para obtener resultados óptimos. A menudo, le recomendaremos usar otras terapias junto con el ultrasonido quiropráctico para mejorar los resultados y su calidad de vida, como estiramientos prescritos, masajes profundos, terapia de calor y ajustes quiroprácticos.

Qué esperar en su visita

Cuando llegue a su cita, le pediremos que use una bata de hospital o que se quite la camisa para permitirnos acceder a su espalda. Se aplicará un gel frío que ayudará a que las ondas de sonido se muevan a través de la piel y hacia los músculos en el área de tratamiento, y luego el dispositivo de conducción de ultrasonido, que es portátil y pequeño, se moverá a través de la piel para conducir las ondas de ultrasonido sobre el área afectada. La terapia de ultrasonido no debería doler, ya que es un procedimiento completamente indoloro. Ha habido informes de sentir una sensación de hormigueo y vibración, así como algo de calor en la piel, pero muchas personas encuentran que esto es calmante y no duele en absoluto. Después de su tratamiento, es posible que le pidan que se estire o haga ejercicio para ayudar a que sus músculos se aclimaten a los efectos de la ecografía. En general, los ultrasonidos quiroprácticos son excelentes maneras de aliviar el dolor, reducir la hinchazón, aumentar la circulación y brindarle un rango de movimiento más amplio sin experimentar molestias. Son procedimientos indoloros que algunos incluso consideran relajantes, y los beneficios pueden durar semanas o más. Si bien es posible que tenga que volver para tratamientos posteriores, ya que los efectos son solo temporales, son un método de tratamiento efectivo donde otras técnicas de alivio del dolor han fallado.

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