Cómo escribir una carta que exprese el sentido pésame

El correo postal es mejor que el correo electrónico

Los mensajes de correo electrónico se acumulan y tu mensaje puede quedar rápidamente enterrado entre los demás, así que es mejor enviar una nota física.

Si el doliente es muy cercano a ti, empieza con una llamada por teléfono, y también escribe tu carta. “No es una cosa o la otra. Son las dos”, afirma Senning. Una carta dice “me tomé el tiempo de hacer esto por ti. Quería que tuvieras algo que yo toqué, que vino de mí y que lleva algo de mí”.

Está bien usar una tarjeta de condolencias

Escribe tu mensaje en una hoja de papel en blanco o en una tarjeta con una imagen reconfortante, como flores o un paisaje sereno. Está bien enviar una tarjeta de condolencias con un mensaje impreso e incluir una breve nota personal. “El sencillo acto de enviar la tarjeta le dice al destinatario que lo aprecias”, asevera Keely Chace, escritora principal de Hallmark y Hallmark.com.

Expresa tus condolencias

Empieza la carta con el nombre del doliente si lo conoces bien, o antepón a su nombre un “Estimado” si la relación es más distante o no lo conoces. “Hola” es demasiado informal. Luego, ve directo al motivo de tu carta. “Es perfectamente aceptable y seguro decir ‘lamento mucho el fallecimiento de tu papá'”, afirma Amy Cunningham, directora funeraria y excolaboradora de revistas que ha estudiado la historia de las cartas de pésame y da conferencias sobre el tema. Ella prefiere decir que “murió” o “falleció” en lugar de “pasó a mejor vida” o “hizo la transición”. Cunningham reconoce que la palabra “murió” puede sonar un tanto cruda para algunas personas, pero observa que el idioma de la muerte está cambiando para ser más directo. “Si le escribes a alguien que es Nueva Era y practica la medicina alternativa y el misticismo, entonces está bien hablar de ‘hacer la transición’. Simplemente tienes que conocer a tu lector”, señala.

Escribe un mensaje breve

Tres o cuatro líneas son suficientes. Una vez que mencionaste la pérdida, si conocías al fallecido dile al doliente cómo lo conociste; por ejemplo, “Juan y yo trabajamos juntos” o “Susana y yo nos hicimos amigas en el gimnasio”. Luego, si la tienes, narra alguna historia acerca de cómo la persona tocó tu vida, y concluye, recomienda Cunningham.

“Cualquier tipo de anécdota sobre cómo te sientes diferente porque conociste al fallecido es muy poderosa”, dice.

No digas que el tiempo lo cura todo. “Es un cliché. Es cierto que el tiempo ayuda, pero la nueva forma de pensar sobre el duelo y la pérdida es que las muertes que nos duelen estarán con nosotros para siempre”, afirma Cunningham. Termina con una frase sencilla como “Con mi más sentido pésame” u otra semejante.

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