Coinfección

La coinfección es la infección simultánea de un huésped por múltiples especies patógenas. En virología, la coinfección incluye la infección simultánea de una sola célula por dos o más partículas virales. Un ejemplo es la coinfección de células hepáticas con el virus de la hepatitis B y el virus de la hepatitis D, que pueden surgir de forma incremental por infección inicial seguida de sobreinfección.

Coinfección

Pronunciación

Especialidad

Enfermedad infecciosa

Se desconoce la prevalencia o incidencia global de coinfección entre los seres humanos, pero se cree que es común, a veces más común que la infección única. La coinfección con helmintos afecta a alrededor de 800 millones de personas en todo el mundo.

La coinfección es de especial importancia para la salud humana porque las especies patógenas pueden interactuar dentro del huésped. Se cree que el efecto neto de la coinfección en la salud humana es negativo. Las interacciones pueden tener efectos positivos o negativos sobre otros parásitos. En las interacciones parasitarias positivas, la transmisión y progresión de la enfermedad aumentan, lo que también se conoce como sindemismo. Las interacciones parasitarias negativas incluyen la interferencia microbiana cuando una especie bacteriana suprime la virulencia o la colonización de otras bacterias, como Pseudomonas aeruginosa, que suprime la formación de colonias patógenas de Staphylococcus aureus. Se desconocen los patrones generales de interacciones ecológicas entre especies parasitarias, incluso entre coinfecciones comunes, como las infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, el análisis de redes de una red alimentaria de coinfección en humanos sugiere que hay un mayor potencial de interacciones a través de fuentes alimentarias compartidas que a través del sistema inmunitario.

Una coinfección común a nivel mundial incluye la tuberculosis y el VIH. En algunos países, hasta el 80% de los pacientes de tuberculosis también son seropositivos. El potencial de vinculación de la dinámica de estas dos enfermedades infecciosas se conoce desde hace décadas. Otros ejemplos comunes de coinfecciones son el SIDA, que implica la coinfección del VIH en etapa terminal con parásitos oportunistas e infecciones polimicrobiales como la enfermedad de Lyme con otras enfermedades. Las coinfecciones a veces pueden representar un juego de suma cero de recursos corporales, y la cuantificación viral precisa demuestra que los niños coinfectados con rinovirus y virus respiratorio sincitial, metaneumovirus o virus de la parainfluenza tienen cargas virales nasales más bajas que aquellos con rinovirus solo.

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