Estereotipos motores complejos primarios en niños mayores y adolescentes: características clínicas y seguimiento longitudinal

Antecedentes: Los estereotipos motores complejos son movimientos rítmicos, repetitivos, fijos y sin propósito que se detienen con distracción. Una vez que se creía que ocurría solo en niños con espectro autista u otros trastornos del desarrollo, su presencia en niños de desarrollo típico (primario) ha sido bien establecida. En las estereotipias motoras complejas primarias, se dispone de poca información sobre el resultado a largo plazo de estos movimientos o las comorbilidades existentes.

Métodos: Cuarenta y nueve participantes sanos (31 niños), de 9 a 20 años con estereotipos motores complejos primarios que fueron diagnosticados previamente en una clínica pediátrica de trastornos del movimiento, se identificaron a partir de registros médicos. Los padres o el adulto joven (si es mayor de 18 años), completaron una entrevista telefónica para evaluar los antecedentes familiares, los resultados y las comorbilidades, incluidos el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, el trastorno obsesivo compulsivo, la ansiedad y el síndrome de tics/Tourette. Se utilizaron cuestionarios estandarizados para evaluar el déficit de atención, la hiperactividad, el trastorno obsesivo compulsivo y la ansiedad para validar el informe de comorbilidades de los padres.

Resultados: La aparición de estereotipos se produjo antes de los 3 años de edad en el 98%. En todas las personas, excepto en una, los estereotipos persistieron en el momento del seguimiento telefónico (rango de seguimiento: 6.8-20.3 años). Se identificaron antecedentes familiares positivos de estereotipias motoras complejas en el 39%. La mayoría de los participantes (92%) tenían preocupación por al menos un trastorno comórbido, incluidos los niveles clínicamente elevados de ansiedad notificados por padres o pacientes (73%), hiperactividad con déficit de atención (63%), trastorno obsesivo compulsivo (35%) y tics/síndrome de Tourette (22%).

Conclusión: Los estereotipos motores primarios generalmente comienzan en la primera infancia y, aunque se reducen en frecuencia y duración, persisten al menos durante la adolescencia. Los movimientos repetitivos están asociados con una variedad de comorbilidades que a menudo tienen un mayor impacto funcional que el comportamiento estereotipado.

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