Natividad del Señor (Navidad) – Misa de Vigilia-Parroquia María Reina de los Apóstoles

Con gran alegría os doy la bienvenida a todos a la Misa de Vigilia de la Solemnidad de la Natividad del Señor.

En primer lugar, me gustaría compartir esto con nuestros niños y jóvenes: Nuestros nombres son importantes. El nombre significa para los demás una identidad. Los futuros padres pasan meses seleccionando el nombre perfecto para su hijo. Su nombre — estoy seguro-fue elegido por sus padres/abuelos. Tal vez tus padres consultaron a amigos y parientes. Mis abuelos tuvieron una gran influencia al nombrarme en mi nacimiento. Fui concebido en tiempos de guerra y mi familia quería que mi nombre fuera un signo de esperanza, un “bosque verde” para nuestra familia. Estoy seguro de que cada uno de ustedes tiene un nombre que significa mucho para su familia.

María y José también experimentaron algo similar cuando estaban a punto de dar la bienvenida a una nueva vida en su familia. El Evangelio nos dice que el ángel del Señor se le apareció a José en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no tengas miedo de llevar a María, tu mujer, a tu casa. Porque es a través del Espíritu Santo que este niño ha sido concebido en ella. Ella dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1, 20-21). JESÚS quiere decir QUE SALVA A SU PUEBLO DE SUS PECADOS. El nombre JESÚS significa la identidad y la misión del Niño nacido de la Santísima Virgen María y es la razón por la que invocamos este nombre con reverencia y amor. Cuando invocamos a JESÚS, adoramos a Dios, que entró en nuestro mundo como un Niño nacido de María. Esta es la alegría de la Navidad, mis queridos niños y jóvenes adultos.

Esta noche, mientras celebramos el hecho de que Dios cruzó a nuestro mundo como JESÚS, estamos llamados a cruzar al mundo de Dios (vida divina) a través de JESÚS también. ¿Qué significa este cruce de nuestro mundo al mundo de Dios? Estamos llamados a ser amigos y discípulos del Señor. Sabemos que la amistad surge, crece y se fortalece cuando pasamos tiempo juntos. Pasamos tiempo con el Señor cuando estamos en oración y servimos a los demás. Como católicos, una cosa que no se puede omitir al cultivar nuestra amistad con JESÚS es ser fieles a la Misa dominical porque en cada Misa el pan y el vino se consagran y se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. ¡Cristo está verdaderamente presente en la Eucaristía! Al recibirlo en la Sagrada Comunión, Él nos toma de las manos y viaja con nosotros en este mundo y cuando nuestra vida terrenal se complete, nos guiará al cielo, donde experimentaremos la plenitud de la vida divina y nos regocijaremos por toda la eternidad.

Queridos feligreses y amigos, lo que comparto con los niños y jóvenes adultos de la parroquia, ¡lo extiendo a todos ustedes! La alegría de la Navidad es una invitación para que crucemos de nuestro mundo al mundo de Dios a través de JESÚS. Os saludo a todos en el nombre del Señor, cuyo nacimiento celebramos hoy. De modo especial, apelo a los visitantes que solo celebran la Eucaristía con nosotros en ocasiones especiales como la Navidad: Cada uno de nosotros es especial para JESÚS porque VINO AL MUNDO PARA SALVAR A TODOS. ¡Eres especial para el Señor! Pasa tiempo con Él alrededor del altar todos los domingos, aquí es donde Él nutre y refresca tu alma. Que esta Navidad sea para todos una invitación a profundizar nuestra amistad con el Señor, para que, según las palabras del profeta Isaías en la primera lectura de hoy, se apliquen a todos nosotros: “Serás corona gloriosa en la mano del Señor, diadema real en la mano de tu Dios” (Is 62:3).