Patentes de Genes
Antecedentes de patentes de genes
Después de que se anunciara en junio de 2000 que el genoma humano estaba casi completamente cartografiado, las entidades privadas y públicas desataron una avalancha de solicitudes de patentes de genes y pequeñas piezas de secuencias de genes. Se estima que el número total de genes humanos es de unos 30.000, y hasta hace poco, hasta el 20% de esos genes estaban patentados por empresas privadas, el gobierno e incluso particulares.
Decisión de la Corte Suprema
En junio de 2013, la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó unánimemente que los genes y las secuencias genéticas de origen natural no son patentables. El caso se centró en las patentes de los genes BRCA1 y BRCA2, que son genes normales que se encuentran en todos los seres humanos, pero las mutaciones en ellos aumentan el riesgo de cáncer de mama. Al invalidar las patentes de BRCA1 y BRCA2, también se invalidaron todas las demás patentes de genes.
La AMA presentó un informe amicus curiae (PDF) en apoyo de los pacientes con genes invalidantes, afirmando que:
- Las patentes de genes interfieren con el diagnóstico y el tratamiento.
- Las patentes de genes interfieren con la garantía de calidad.
- Las patentes de genes interfieren con el acceso a la atención médica.
- Las patentes de genes interfieren con la innovación científica y médica.
A mediados de la década de 1990, la AMA modificó su Código de Ética para recomendar que los médicos no patenten procedimientos médicos porque estas patentes comprometen la atención del paciente. Desde entonces, la AMA (con otros grupos médicos y científicos) ha emitido numerosas declaraciones sobre la necesidad de evitar que las patentes de genes interfieran con la atención médica adecuada y el desarrollo de mejores tratamientos y tecnologías médicas, y ha declarado que no es ética ninguna limitación en la difusión del conocimiento médico.
Tabla de contenidos
- Antecedentes de patentes de genes
- Decisión de la Corte Suprema