Por qué el autocuidado y el bienestar colectivo son críticos para ganar el cambio

El autocuidado y el cuidado colectivo son actos políticos.

El autocuidado está subestudiado, financiado y discutido. Nuestros invitados hablaron sobre la necesidad de que las ONG y los líderes dediquen fondos, investigación y tiempo a cambiar las culturas internas y brindar apoyo. Los investigadores, académicos y líderes deben ver el autocuidado como una acción política. A medida que los movimientos y las organizaciones cuidan de su gente, construiremos equipos más experimentados capaces de una acción mayor e innovadora.

El autocuidado y el cuidado colectivo son vitales para el trabajo de cambio social.

El autocuidado es una oportunidad para que los movimientos y organizaciones modelen el mundo por el que luchamos. Tenemos que aceptar que la atención es una parte crucial y estratégica del trabajo que hacemos. Cuando los activistas se agotan y abandonan el activismo, esto causa un daño real a las personas, afectando desproporcionadamente a los activistas afectados por los problemas en los que trabajan y a los grupos marginados, y también retrasa a las organizaciones. La contratación y la retención consumen recursos de las ONG. La prevención del desgaste contribuye a la sostenibilidad de los movimientos y aumenta la potencia que necesitamos para ganar.

El autocuidado no es una tarea separada. Así es como hacemos nuestro trabajo.

Las campañas y organizaciones (y las personas que las integran) a menudo minimizan el autocuidado porque el trabajo se siente urgente y necesario. Tendemos a olvidar el largo arco de derrotas y victorias en movimiento. Al buscar un cambio inmediato y urgente, perdemos de vista nuestra salud y el trabajo que está haciendo a quienes nos rodean. El profesor Gordon sugiere que las organizaciones estudien la historia política y de los movimientos para construir resiliencia y fortaleza colectiva. Dicho de otra manera, centre el autocuidado desde el inicio de cualquier campaña o movimiento.

Crear una comprensión compartida del cuidado.

Las organizaciones deben proporcionar espacio para que las personas compartan experiencias e ideas sobre el cuidado personal y colectivo. Hable con la gente sobre lo que funciona, lo que no funciona bien y cómo abordar las inquietudes. Crear una cultura de cuidado y modelarla permite a las personas ser conscientes del bienestar colectivo y de su propio bienestar.

Utilice una lente holística para construir una cultura de cuidado sostenible.

Susan Comfort habló sobre la construcción de una cultura de salud en equipo mediante la integración de estrategias de autocuidado físico y mental. Un equipo puede utilizar todo tipo de estrategias para construir el bienestar colectivo: horarios de trabajo flexibles, trabajo desde casa, degustaciones de jugos y horas felices, por ejemplo.

Ledys Sanjuan compartió el enfoque del Manifiesto de Felicidad de FRIDA Young Feminist Fund. El Manifiesto de la felicidad aborda el cuidado desde tres perspectivas: individual (prácticas y comportamientos de trabajo), organizacional (protocolos y políticas) y ambiental/comunitario (nuestra comunidad y el planeta). El profesor Gordon habló sobre cómo abordar las desigualdades estructurales como la edad, la raza y el género para ayudar a construir culturas solidarias. Una cultura holística elimina la carga del autocuidado de los grupos más afectados y marginados, que a menudo se ven obligados a asumir la carga de educar a los demás y garantizar un entorno de trabajo saludable que los incluya.

La felicidad y el activismo pueden coexistir.

El autocuidado puede ser más alcanzable cuando estamos fuertemente conectados con nuestro sentido de propósito, nuestra visión como activistas, nuestra capacidad para cumplir nuestra misión y si hacemos lo que nos da alegría.

Como activistas y activistas, a menudo nos sentimos culpables por querer disfrutar de pequeños placeres. Priorizar el placer de la misma manera que priorizamos la acción civil y la organización de base nos ayuda a defender nuestro derecho a existir en el mundo y servir a nuestra comunidad. Los oradores compartieron la importancia de integrar la diversión, el juego, la recreación y la educación en nuestro trabajo. Todos estos son actos de autocuidado que unen la vida, los lugares de trabajo y los movimientos más grandes.

Esté atento a las señales de advertencia de agotamiento en usted y en su equipo.

Los signos de agotamiento pueden incluir trabajar habitualmente hasta altas horas de la noche, faltar regularmente a los plazos cuando rara vez ocurría antes, perder la atención al detalle, perder el entusiasmo por el trabajo y el absentismo.

La alianza y la colaboración pueden ayudar a prevenir el agotamiento.

La investigación del profesor Gordon destaca una ausencia de alianza en organizaciones y movimientos dirigidos por jóvenes que contribuye al agotamiento. Es importante considerar cómo aprovechamos a los aliados al servicio del trabajo más amplio. Dentro de las organizaciones y los equipos, las estructuras de trabajo interdependientes y colaborativas pueden ayudar a los equipos a compartir el poder y la responsabilidad, lo que ayuda a evitar el agotamiento.

Comience de a poco y incorpore el autocuidado y el cuidado colectivo en su vida política.

Las personas, organizaciones o movimientos pueden comprometerse con acciones cotidianas de autocuidado. Puede ser tan simple como tomar descansos significativos y restauradores del trabajo, talleres para mostrar el talento del equipo o bloquear horas de almuerzo más largas. A partir de ahí, cree un plan más holístico, personalizado y sostenible para usted y su equipo. Los líderes de equipo son cruciales para crear y apoyar una cultura de cuidado, ya que establecen un tono y modelan el comportamiento de maneras que las políticas oficiales no pueden.

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